El IER, arrinconado en Chapiteles

Parecía que, una vez reconocido el error, las aguas volverían a su cauce. Pero no. Algunos políticos –y sus asesores– parecen empeñados en suscitar un problema para cada solución.

Ayer mismo, los camiones de mudanza y los propios funcionarios del Instituto movían cajas, mobiliario, archivos... tanto dentro como fuera de la antigua mansión de los Jiménez de Enciso, construida en el siglo XVI.

Como ya adelantó Diario LA RIOJA el 8 de septiembre, la estructura pensada desde el Palacete de Vara de Rey no iba a variar sustancialmente, excepto en el regreso de la librería abierta al público, que vuelve a la planta baja, aunque sin el almacén donde guardaba las existencias de los volúmenes, libros e investigaciones publicados.

O sea, que después del estentóreo acto de contrición, del inequívoco compromiso en favor del IER y del respaldo parlamentario –parafraseando a Lampedusa–, «todo cambia para que todo siga igual».

Así las cosas, la tienda se reabre sin trastienda y en lo que queda de la planta baja se hacinan el resto de los funcionarios y sus enseres. La primera planta conserva la biblioteca y sus archivos –¡menos mal!–, pero las fundaciones que ocupaban la tercera planta (San Millán y Sagasta), ya han volado a otros nidos. En resumen, que tanto la planta noble, la tercera, como la cuarta quedan a merced de la consejería de Podemos.

A todo esto, ¿por qué no antes de todo este galimatías fueron convocados los consejos Académico o de Administración de este organismo autónomo? El consejero de Educación y Cultura –o en su caso la presidenta– tiene la palabra.

Por otra parte, el Grupo Municipal de Ciudadanos en Logroño exigió ayer que se designe el Palacio de los Chapiteles como sede única y exclusiva del IER. El portavoz municipal de Ciudadanos en Logroño, Ignacio Tricio, y el diputado autonómico Alberto Reyes presentaron una moción que Cs llevará el 1 de octubre al pleno del Ayuntamiento de la capital riojana.

En esta moción también se pedirá al Gobierno de La Rioja (PSOE-Podemos) que ponga fin al «desprecio» y «ninguneo» al que está sometiendo al IER, un centro que en 2021 cumplirá 75 años de trabajo e investigación sobre la cultura riojana.