Renovación en la sala de máquinas de la UE
El foco ·
Aunque la seducción por el autoritarismo aqueja a casi todas las democracias europeas, la UE sigue siendo una democracia representativa en coalición plural de las grandes ideologíasEl foco ·
Aunque la seducción por el autoritarismo aqueja a casi todas las democracias europeas, la UE sigue siendo una democracia representativa en coalición plural de las grandes ideologíasLa previsibilidad del cambio institucional es una virtud del sistema de la Unión Europea (UE). En la UE no cabe disolver el Parlamento Europeo (PE) y su mandato quinquenal conlleva además el de la Comisión Europea que nace de cada elección. Por ello, cada cinco ... años, en los años que terminan en 4 y 9, se abre un nuevo ciclo de acción político-legislativa a partir de la nueva composición del PE elegido por sufragio universal en los 27 Estados miembros. Los nuevos eurodiputados eligen a las nuevas personalidades de la Comisión («gobierno»). Y se ha renovado también la presidencia del Consejo Europeo (sus miembros, los primeros ministros, son los que eran).
Publicidad
Aunque la seducción por el autoritarismo aqueja a casi todas las democracias europeas –ejemplos, Hungría, por un lado, o el gobierno social-comunista en España dependiente de la extrema derecha independentista, por otro–, la UE sigue siendo una democracia representativa en coalición plural de las grandes ideologías.
El resultado electoral este año detectó un ascenso preocupante de los extremos políticos, incluidos euroescépticos y antieuropeístas de derechas e izquierdas. También tendencias acrisoladas: el dominio del centro derecha democrático desde hace más de dos décadas (con ascenso notable en 2024 del Partido Popular Europeo, PPE) y la presencia descendente como segundo partido del Partido Socialista Europeo (PSE).
Era previsible, por tanto, que en la presidencia de la Comisión Europea –ejecutivo de la UE– repitiera la conservadora alemana Ursula von der Leyen (PPE). Por ello, el nuevo Parlamento europeo le aprobó un nuevo mandato por una holgada mayoría de 401 votos de los 720 eurodiputados y le encargó formar su equipo de 26 comisarios (que ha tenido solo 370 votos). La Comisión nunca es un gobierno monocolor, pues los 26 restantes comisarios son propuestos por cada gobierno nacional, y su color político determina la pluralidad ideológica del ejecutivo supranacional. Lo primero, era pensar en la sustitución de socialista Josep Borrell; dado la descarada amenaza rusa, se propuso y aprobó por el PE y el Consejo Europeo (los jefes de gobierno o de Estado) a la liberal estonia Kaja Kallas como la nueva Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
Tras la presidenta alemana conservadora –además de la maltesa presidenta del Parlamento europeo– y la liberal «ministra» estonia de asuntos exteriores de la UE, el equilibrio ideológico, de género y geográfico –virtud de la multicolor democracia europea– exigía pensar en un varón y del sur para presidir el Consejo Europeo: el ex primer ministro de Portugal, el socialista António Costa, que releva al belga y olvidable machista Charles Michels. Al mando de la UE, tres mujeres y un varón. A ver si España aprende la lección.
Publicidad
No importa el programa del PPE con el que ganó las elecciones europeas en junio, sino el trabajo de la presidenta del ejecutivo con los nuevos comisarios sin sectarismos. Los retos están muy decantados hoy por los Informes de dos exprimeros ministros italianos, Enrico Letta y el 'súper' Mario Draghi. Serán imprescindible guía del trabajo legislativo que propondrá la Comisión, y requerirá la aprobación del Consejo de Ministros y del derechizado y algo díscolo nuevo Parlamento. Y del control político desde el Consejo Europeo (ambos Consejos dominados por gobiernos de derechas).
Las instituciones saben que nuestros jóvenes no pueden tener una vida y familia propia, al tiempo que sufren por el planeta en el que viven y por la angustia de una guerra en el horizonte. Jóvenes y familias ven cómo la polarización, la mentira y los extremismos de toda laya quieren destruir la mejor versión de Europa heredada en 1945.
Publicidad
Las instituciones renovadas saben que deben hacer frente a la transformación de la UE. La economía mundial ha cambiado y la geopolítica. Ahora no se tratar de reaccionar a crisis como las vividas. Hay que construir nuevas políticas, ser proactivos y no reactivos. Adelantarnos a los que se nos viene encima: asegurar la descarbonización de las empresas que favorezca la inversión, eliminar la jungla de normas y reindustrializar Europa desde la agricultura al sector digital y el de las tecnologías estratégicas, al tiempo que invertir en las personas y sus capacidades.
La transición energética es pasado. El futuro es la seguridad energética del hidrógeno renovable en un mercado único, líquido y competitivo para los consumidores industriales (con promesa de un pacto industrial limpio en los primeros 100 días).
Publicidad
Hay que lograr la seguridad alimentaria (redefinir la agricultura continental y no aceptar dobles raseros en los controles –laxo para productos extranjeros, exigente para nuestros agricultores y ganaderos–) y farmacéutica (todavía no controlamos la fabricación y suministro de todos los medicamentos necesarios para nuestros enfermos).
No tenemos un mercado de capitales único, lo que dificulta el crecimiento, la competitividad y la inversión; ni tenemos nuestros propios modos de pago (tarjetas visa, etc.) y nos subordinamos a empresas americanas. Hacemos de guardia urbano regulando la flota de las tecnológicas de la que no somos propietarios. Regulamos en vez de crear e innovar. Y somos el gran parque temático del mundo para un turismo degradante.
Publicidad
En conjunto, hay que relanzar la pobre competitividad de nuestra economía –ahogada en normas– frente a Estados Unidos y China. Las nuevas instituciones saben que deben movilizar a los agentes económicos en las nuevas políticas previstas para aspirar a la soberanía y seguridad europeas.
Hay tal cantidad de normas que es imposible transponerlas ni aplicarlas por las administraciones; son incomprensibles para inversores y consumidores (y para los expertos). Europa se asfixia entre normas mientras China y EE UU se propulsan gracias a una investigación masiva y aplicación simple de los avances científicos y tecnológicos. Y las instituciones tendrán que alinearnos con la simplicidad de un liderazgo fuerte. La presidenta de la Comisión dice que cada comisario rendirá cuentas de cumplir con la reducción de la carga.
Noticia Patrocinada
Y muy grave es que no nos podamos defender de una agresión, por nosotros mismos, desde hace más de 120 años. En caso de ataque militar, nuestra supervivencia depende de EE UU, ahora de un individuo como Trump –que no es ni W. Wilson ni F.D. Roosevelt, los salvadores de Europa en 1914 y 1941–. Por vez primera, hay un Comisario de Defensa, el lituano A. Kubilius, habilitado no para decidir operaciones ni presupuesto militar, sino para promover inversiones, adquisiciones e investigación militar.
Los nuevos responsables saben que o nos dejamos moldear por los acontecimientos o decidimos unidos construir nuestro futuro por nosotros mismos.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.