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Eres joven y guapa, no te preocupes, pronto reharás tu vida. No se imaginan las veces que he escuchado esta frase desde que decidiera separarme de mi marido. ¿Saben lo que siento cuando la analizo? Una profunda decepción. Y no es que sea una desagradecida. ... No se trata de que no me gusten los piropos, todo lo contrario. Adecuadamente contextualizados, me halagan, como a cualquiera. No va por ahí. Lo que me entristece es lo que la frase entraña. A mi juicio, que se use este tipo de expresiones evidencia la necesidad que impera, sobre todo entre las propias mujeres, de desaprender pensamientos sexistas aún demasiado arraigados.
Llevaba casada 23 años. Han pasado sólo siete meses desde mi separación. Ya he rehecho mi vida. Está totalmente reconstruida. Ocurre así, de hecho, desde el primer instante. En cuanto tomas la decisión de dividir el núcleo familiar y cada uno comienza un nuevo camino independiente al del otro. Sucede, de hecho, de forma casi involuntaria. Las nuevas circunstancias son las que obligan. Es casi más una necesidad que una voluntad. Se logra, eso sí, teniendo que encarar muchas dificultades. Y entre ellas, hay una que te martillea y que se empeña en recordarte que tu nueva situación ya no encaja en el canon social ejemplar del que sí podías presumir hasta entonces. Esa que evidencia cómo el sexismo sigue imperando en actitudes y lenguaje. Ocurre cada vez que te conviertes en receptora de gestos y palabras tintados casi por defecto de compasión, lástima, incredulidad... de expresiones que denotan falta de confianza hacia ti.
La sociedad peca aún de inmadura ante este tipo de situaciones. Demuestra que se debe desaprender tanto... ¿Por qué se sigue dudando de la capacidad de cualquier mujer para 'salir adelante' sola? ¿Por qué se tiende a dar por hecho que rehacer una vida adulta de forma plena tiene necesariamente que ir unido a encontrar una nueva pareja? Y más allá y aquí es donde la rematan... ¿Cómo es posible que creamos que alguien tendrá más éxito en dicha encomienda en función de su aspecto físico? !Hay tanto que desaprender! Queda mucho sexismo agazapado en nuestros pensamientos. Trata de ocultarse disfrazado de mentalidad costumbrista. Nos engaña. Y nosotros nos dejamos. Hay que desaprender eso de que, ante una separación, 'pobrecita la mujer que se queda sola'... o que 'por joven y guapa', será capaz de alcanzar determinada expectativa social. La mujeres, como también lo hacen los hombres, superan metas por luchadoras, aguerridas, sacrificadas, valientes, tercas, tenaces... Escojan el adjetivo que prefieran pero, por favor, desaprendan los demás. Si una pareja se rompe y se quiere dar ánimos, tiren de otro tipo de modismo, por ejemplo, de ese tan español: díganle que le 'sobrarán huevos' para salir adelante y recuérdenle que el éxito depende siempre del empeño personal de uno mismo.
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