Apocalipsis ahora

Aquí no hay ninguna invasión alienígena, ni zombi, no hay apocalípticos terremotos que acaben con el planeta, ni un gigantesco meteorito... Ni siquiera una plaga bíblica o un virus incurable, que parecería lo más adecuado dada la situación, que diezme a la humanidad. Aquí el fin del mundo es mucho más sencillo: la sociedad ha colapsado y se precipita hacia el final. Son solo ocho episodios de no más de 20 minutos cada uno, y además rodados en un único plano secuencia, lo que les proporciona un realismo aterrador. Está firmado por el colectivo Les Parasites (Jérémy Bernard, Guillaume Desjardins y Bastien Ughetto), que muestran una sociedad en una crisis absoluta: no funcionan los teléfonos, ni la electricidad, no hay agua ni gasolina, los supermercados están vacíos y no digamos ya internet... Si ya de por sí este planteamiento nos parecería aterrador, esto se eleva a la enésima potencia al narrarse en un único plano secuencia, comprobando cómo inexorablemente ninguno de los protagonistas de cada capítulo tiene escapatoria posible.

No se explica cómo se ha llegado a esa situación, pero no hace falta. Todos sabemos que es muy factible. Recordemos que hace pocos días la isla de Tenerife se quedó varias horas sin electricidad y el caos fue absoluto. ¡Qué Dios nos pille confesados cuando llegue el colapso!