Este mes, millones de autónomos y pequeños empresarios tienen que hacer frente al pago fraccionado del Impuesto de Sociedades, el IVA y las retenciones de sus trabajadores. Y tienen que hacerlo en un momento en que la actividad económica está bajo mínimos con muchos de ... los negocios suspendidos obligatoriamente. Eso supone que, en la práctica, los autónomos y la mayoría de las pymes no cuentan con recursos para cumplir con Hacienda porque están sin facturar y sin liquidez. No parece que, en las actuales circunstancias, lo más apropiado para garantizar la continuidad de estos sectores económicos ya muy golpeados sea obligarles a endeudarse todavía más para pagar al fisco. En definitiva, no tendría sentido que este Gobierno, que tanto defiende que no dejará a nadie atrás y que ha aprobado diversas ayudas para resolver situaciones de precariedad, no salga también en auxilio de los pequeños empresarios, esenciales en la economía del país y para mantener los puestos de trabajo en el futuro tras la parálisis obligada. Queda poco tiempo para anunciar el aplazamiento y el Ministerio de Hacienda no puede demorar más la decisión si quiere que el tejido empresarial resista.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad