El portavoz del PP Tellado muestra fotos de socialistas asesinados por ETA. Efe
Opinión

Sus señorías

Tellado debería haber empleado su tiempo en saber lo que su grupo iba a votar antes que dedicarse a componer una dramática cartelería

Viernes, 11 de octubre 2024, 00:02

Sus señorías, los diputados del Partido Popular, han tenido que reconocer que no han hecho los deberes. Como párvulos díscolos que emborronan el ejercicio apresuradamente porque quieren salir al patio a darle a la pelota. A comerse el bocadillo que todos les pagamos. Y han ... suspendido. Estrepitosamente. Han suspendido en una materia que para ellos es esencial y con la que se consideran especialmente sensibles. No es de extrañar que el director del colegio haya salido a preguntarles ¿ustedes saben lo que votan?

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Dicen que no habrá responsabilidades, que todo se quedará en un mea culpa medianamente entonado para a continuación, ya lo vimos desde el minuto cero, arremeter contra el Gobierno. Contra quienes han impulsado el cumplimiento de la normativa europea que ellos no se han tomado la molestia de leer, y mucho menos de estudiar. De poco sirve la desafortunada pancarta de Tellado con los doce cargos socialistas asesinados por ETA ni que la hermana de Miguel Angel Blanco acuda al Congreso de los Diputados. El portavoz Tellado debería haber empleado su tiempo en saber, efectivamente, lo que su grupo parlamentario iba a votar antes que dedicarse a componer una dramática cartelería que ya ha levantado ampollas entre las familias de esas víctimas.

Porque ese es otro drama. El uso que desde todos los ángulos del hemiciclo se quiere hacer de las víctimas del terrorismo. Los muertos y sus familiares como herramienta política acaba siempre siendo una ofensa para quienes perdieron la vida o la familia. Más allá de que con la aplicación de la norma de la UE el Gobierno quiera allanar el camino para la aprobación de los Presupuestos, el error del PP no tiene justificación por ningún lado. Escenifica el peor concepto que la ciudadanía pueda tener de la clase política. Chapucería, vagancia y el todo vale. Todo vale si lo hago yo o lo hacen los míos. Ni siquiera las palabras de Otegui reconociendo gráfica y plenamente que tiene en la cárcel a doscientos de los suyos y que si hay que aprobar los Presupuestos para sacarlos se aprueban, sirven para edulcorar el bochornoso error del PP y de Vox, también. Porque Vox, en su continuo desgarrarse las vestiduras y en su afán de mantener con vida a ETA como un terrorismo zombi, también dio muestras de vagancia e incompetencia. Tanto cacareo, tanto acusar a Sánchez de cómplice de ETA, para esto. Santiago Abascal ha sido acusado recurrentemente de ser alérgico al trabajo. Con lo sucedido en esta votación se confirma que ese trastorno tiene carácter casi de epidemia y le da la razón a quienes piensan que los políticos son poco más que unos niños malcriados.

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