El amor y otras soledades

Una película a la altura de 'El año pasado en Marienmbad' (1961), de Alain Resnais y '2001: una odisea del espacio' (1969), de Stanley Kubrick. La percepción y utilización del tiempo en la narración de la historia es un dechado de virtudes apuntalada por una estructura elaborada a conciencia. Un ejercicio que se convierte en un desafío para el espectador cuando su mente trabaja para ordenar la cronología de los episodios y dibujar el esquema de la ordenación lógica de los sucesos que se cuentan.

A esta tarea ayuda tener fresco los pasajes de su anterior pieza, 'Deseando amar' (2000), reestrenada recientemente. Aunque se pueden ver como películas separadas, la presentación de personajes y sus desvelos sentimentales y emocionales están prefijados en esta y la pulsión de '2046' está ligada a acontecimientos que viene bien saberlos.

La acción del filme se inicia en un universo futurista fechado en 2046 y una voz narrativa, Chow (Tony Leung), nos cuenta la odisea de un pasajero japonés camino de un destino para recuperar la capacidad de memoria y revivir los recuerdos. Un mundo imaginado fraguado por las experiencias del personaje durante la década de los sesenta y sus flirteos con un puñado de mujeres hermosas.

Una sinopsis insuficiente para resumir las numerosas claves fragmentadas de esta compleja película, entretejida de acciones reales e imaginadas (la parte futurista es una intersección intertextual) que a través de la imagen y la música (inteligente selección de temas musicales) se convierten en materia fílmica para hablar de la soledad y el desamor.