En la manifestación de 8 de octubre de 2017 había gente que no se imaginaba saliendo a la calle en Barcelona con banderas españolas. «Me da pena haber llegado hasta aquí», me dijo una señora tocándose el nudo de la garganta. El nudo de la ... bandera española que llevaba de capa. «Nos violentaba la agresividad de los independentistas. Pero ya está bien».

Publicidad

Algo parecido pasa con Amelia Valcárcel aceptando la invitación del grupo parlamentario del PP a la jornada organizada en el Congreso sobre la ley trans. También había psiquiatras, endocrinos, psicólogos, asociaciones de madres con hijas con disforia o catedráticos. Entre estos, Valcárcel como invitada estrella. Cerró el acto con un público que la aplaudió de pie. La ley, dijo, cercena la libertad de expresión. La llamó 'ley mordaza'. Valcárcel, feminista de las de siempre, cercana al PSOE de siempre, ha acabado en el lado del PP violentada por la agresividad de los partidarios de la ley.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad