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Por una alternancia sin Vox

EDITORIAL ·

Casado y Sánchez dejaron atrás viejas rencillas y miraron ayer a Europa. Es imprescindible que no dejen de hacerlo en adelante

Viernes, 23 de octubre 2020, 08:47

El debate de la moción de censura de Vox finalizó ayer con un resultado que era del todo previsible: la confirmación de que el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos está en condiciones de culminar la legislatura. Algo a lo que las hipérboles de la ... extrema derecha populista han contribuido con su exposición de dos días. La novedad estuvo en la rotundidad con que Pablo Casado se distanció de Vox, y en los términos que empleó para defender la vocación moderadora de los populares frente al tremendismo. La moción, tramitada en plena crisis sanitaria y económica, no dejaba al PP otra salida que votar en contra de la candidatura de Abascal. Los planteamientos expuestos por éste no dejaban a Casado otra salida que la de romper, de facto, la sintonía que en determinados momentos venían mostrando los populares respecto a la extrema derecha. El Partido Popular se enfrentaba a la disyuntiva de mantenerse a la expectativa de los humores de Vox para dar verosimilitud a la posibilidad de una mayoría de las derechas, con el consiguiente riesgo de verse lastrado por el extremismo, o tratar de desmontar el andamiaje populista de Abascal y los suyos devolviendo a los populares la confianza en sí mismos, toda vez que han de disponerse a articular una alternativa creíble para dentro de tres años. Casado se inclinó por lo segundo, aun a riesgo de que quede en entredicho la solidez de los pactos que sostienen los Gobiernos autonómicos del PP y Ciudadanos con el concurso de Vox. Su discurso de ayer ofrece al PP todos los mimbres que el primer partido de la oposición necesita para trazar su futuro sin depender del populismo de Vox, siempre y cuando no pase a ser un quiebro más del zigzagueo cortoplacista. La recolocación centrista del PP brindó a Pedro Sánchez la oportunidad de atender las indicaciones del Consejo de Europa y las críticas suscitadas por su intención de rebajar la mayoría precisa para designar los integrantes del CGPJ, invitando a Pablo Casado a retomar las conversaciones para alcanzar el acuerdo de tres quintos del Parlamento. Invitación que el líder popular debe aceptar sin dilación siempre que se destierre la pretensión del PSOE y Unidas Podemos de consagrar el sometimiento del órgano de gobierno de los jueces a la alianza que en cada momento tenga en sus manos el Ejecutivo español. Sánchez y Casado miraron ayer a Europa. Es imprescindible que no dejen de hacerlo en adelante, a poder ser juntos.

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