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Para los que crecimos en los años sombríos de mediado el siglo XX, el cine era una fábrica de sueños. Cuando la televisión daba sus ... primeros pasos y era un artículo de gran lujo –la primera televisión que vi fue en Bayona, en una excursión del colegio, a los diez años–, que arremolinaba en los escaparates del ramo a curiosos por observar aquel invento, el cine era la mejor manera de ver y vivir otras vidas, más fascinantes que las de aquella España en blanco y negro que estaba comenzando a salir de la autarquía pero que todavía llevaba grabado en su piel el sino de la primera posguerra: cartillas de racionamiento, estraperlo, el «no sabe usted con quién está hablando» y las numerosas prohibiciones que jalonaban la vida diaria.

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larioja El cine