El canciller Olaf Scholz anunció este miércoles que Alemania enviará carros de combate Leopard 2 a Ucrania, cerrando así el compromiso aliado para reforzar la capacidad de defensa de aquel país frente a la agresión rusa, y sus posibilidades de recuperar el terreno ocupado. Solo ... cinco días después de que el nuevo ministro germano de Defensa, Boris Pistorius, expresara las reticencias de su Gobierno en la reunión del Grupo de Contacto en Ramstein, Alemania mostraba su convencimiento de que debía adelantarse a las intenciones del Kremlin asegurando la unidad aliada en torno a las solicitudes ucranianas. Frente al chantaje de Moscú amenazando a los países occidentales con una escalada bélica, incluso nuclear, si continúan asistiendo a Kiev, Berlín ha acabado comprendiendo que para «evitar que el conflicto se convierta en una guerra entre Rusia y la OTAN» es necesario persuadir a Putin con una actitud absolutamente resuelta para que Zelenski gane este pulso.

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Scholz reivindica la cautela con la que viene conduciéndose Alemania, resaltando así el valor que adquiere el paso dado como constatación de la gravedad que entraña la amenaza rusa. La toma de la localidad de Soledar por los mercenarios de Wagner ha podido ser un argumento definitivo. El canciller calificó la decisión de su Ejecutivo de «justa» para advertir así de que no era resultado de presiones por parte de sus socios europeos y en especial de Estados Unidos. El hecho de que se anunciara el envío inmediato de catorce tanques Leopard 2 y el establecimiento de un plan formativo en suelo alemán son las señales que avalan una operación coordinada entre los aliados para transferir a Kiev carros de combate avanzados, munición y medios para su mantenimiento e integración efectiva en la operatividad del ejército ucraniano.

Cinco días después del último y decisivo encuentro de Ramstein, al que Margarita Robles no acudió, el Ejecutivo español se sumó a la iniciativa. Aunque con la apostilla por parte de la ministra de que las unidades disponibles requerirán una «puesta a punto». Los tiempos con los que opera Defensa harían aún más pertinente un debate y una votación en el Congreso, si no fuese porque la diatriba favorecería al agresor. Las palabras de Ione Belarra, contra el envío de los Leopard y augurando que «podría tener una respuesta muy peligrosa» de Moscú, invitan tanto a permitir que Putin se adueñe de la situación que entrañan una nueva crisis de gobierno.

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