Hay que ahorrar

Nuestra clase gobernante nos sigue tomando por idiotas, lanzan esas frases impecables que terminan resultando autoparódicas y les queda ya muy poco para lo de María Antonieta y los pasteles. Aunque Rousseau nunca aclaró quién fue la autora de ese monumento al despotismo ilustrado lo dejó escrito en sus 'Confesiones': «A una gran princesa a se le dijo que los campesinos no tenían pan, y respondió: que coman brioche». Pero tenemos que ahorrar, hay que hacer como Borrell y Ana Patricia Botín y sacrificarnos todos para enfrentarnos a este enésimo derrumbe.

Se muere la clase media mientras los principales banqueros del Ibex han cobrado 53 millones en el año de los ERE, un 33 por ciento más que antes de la pandemia; saldremos mejores. Yo he desarrollado ya un olfato finísimo para detectar estas hipocresías. Se me activa el radar con estos mensajes como me ocurrió hace meses cuando fui a cubrir un acto de la Unión Europea sobre sostenibilidad y cambio climático. Vino gente muy importante y dieron discursos apasionados, con un énfasis y unas pausas dramáticas que dejaban los micrófonos vibrando. Después de decirnos que teníamos que ir todos en bicicleta por el mundo salí de allí y vi sus coches aparcados delante del auditorio: había cuatro Audis y un Maserati.