El adiós al entrenador del nuevo Calahorra

A finales del mes de junio del año 2018, tras un nuevo intento fallido en el 'play off' por parte del Calahorra, Miguel Sola era anunciado como entrenador rojillo. Su llegada no pudo dar mejores réditos, ya que menos de un año después, el Calahorra conseguía el ascenso que tantos años llevaba buscando a Segunda B. La temporada en Tercera fue un paseo para un equipo que rompía todas las estadísticas y que culminó venciendo en la eliminatoria de ascenso al Atlético Levante. Comenzaba una nueva etapa en la historia del Calahorra, con Miguel Sola como principal artífice del éxito.

El primer año en Segunda B mantuvo la ilusión y ese idilio del entrenador con la afición, si bien muchos reclamaron más a un equipo que en su estreno finalizó décimo la temporada, con 50 puntos y logrando el objetivo de la permanencia un mes antes del final de liga. En su segunda temporada, Miguel Sola renovó en el mes de diciembre, antes incluso de acabar la primera vuelta.

Como en ese año, en la actual temporada el Calahorra firmó un sobresaliente comienzo, situado entre los aspirantes al 'play off' y siendo el equipo que menos encajaba y menos partidos perdía de la categoría. La dinámica comenzó a torcerse en octubre. Las voces críticas sonaban en La Planilla desde antes incluso, cuando el equipo estaba entre los primeros. Sin embargo, la deriva que ha conducido a Miguel Sola a la destitución es más reciente, del presente año, en el que el Calahorra no ha conseguido ganar ninguno de los siete partidos disputados hasta ahora y encajando cuatro derrotas.

El ambiente en La Planilla era cada vez más contrario al técnico por los resultados y las sensaciones. El equipo no transmitía, le faltaba el carácter y el juego que en otras ocasiones había mostrado. La solución quizá estaba a una victoria, pero semana tras semana esa se resistía hasta llegar el desenlace que cada vez se veía más cercano.

Miguel Sola deja el Calahorra en la undécima posición, cuatro puntos por encima de la promoción de descenso. En su debe, un equipo que no ha sido capaz de transmitir las mismas sensaciones esta temporada, previsible y conformista durante demasiadas jornadas. Pero en la memoria quedarán el ascenso a Segunda B, la permanencia del pasado año y las actuaciones en la Copa del Rey, donde el equipo estuvo a punto en dos ocasiones de pasar de la tercera eliminatoria. De la mano de Miguel Sola el Calahorra regresó a la categoría de bronce y se asentó. El siguiente tendrá que estar a la altura de la exigencia de un club y una afición que demandan más.