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El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, clausuró ayer la VIII asamblea general de su partido reivindicándolo como garantía de estabilidad, frente al protagonismo que pretendería EH Bildu en su influencia respecto al Gobierno de Sánchez. Ortuzar trataría así de subrayar el carácter coyuntural de los ... apoyos parlamentarios que pueda prestar la formación de Arnaldo Otegi a la coalición PSOE-Unidas Podemos, contraponiendo la trayectoria institucional del PNV desde los años 70. Partido que ayer dio inicio a la movilización de sus afiliados y de sectores próximos al nacionalismo gobernante de cara al ciclo electoral, que en el País Vasco se extenderá de 2023 a las autonómicas de 2024. La estabilidad prometida por Ortuzar no casa bien con el propósito de «institucionalizar el derecho a decidir», a no ser que esto último se quede en un desiderátum a plazo indefinido. El pulso parlamentario que mantienen PNV y EH Bildu por desempeñar el papel de socio «preferente» de Sánchez puede contribuir momentáneamente a que el País Vasco resulte beneficiario de una suma de concesiones por parte del Ejecutivo central. Aunque, paradójicamente, ello resta capacidad de interlocución bilateral a las instituciones vascas.
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