Acompañar a los cubanos
Editorial ·
Los frutos del viaje de los Reyes serían mayores si el Gobierno no hubiera actuado con tanta precipitación en la agenda internacionalSecciones
Servicios
Destacamos
Editorial ·
Los frutos del viaje de los Reyes serían mayores si el Gobierno no hubiera actuado con tanta precipitación en la agenda internacionalEl Rey se dirigió a las autoridades cubanas, con el presidente Miguel Díaz-Canel a la cabeza, con un discurso en el que defendió la democracia como el mejor sistema para la defensa de los derechos humanos, la dignidad de las personas y los intereses ... ciudadanos, y para respetar la expresión de las ideas. Ningún otro jefe de Estado en visita oficial a Cuba se ha expresado con tanta nitidez reivindicando la libertad; y ningún otro podía ser más idóneo que nuestro Monarca para señalar con absoluta claridad la distancia a la que el régimen cubano se encuentra de las sociedades abiertas. Porque Felipe VI se valió en ese momento de los lazos que unen a Cuba y a los cubanos con nuestro país, y porque dio testimonio del modo en que los españoles transitamos de la dictadura a la democracia como referencia válida para todas aquellas sociedades que se encuentran faltas de libertad. Pero el propósito del viaje de los Reyes de dejar patente la disposición de España a «acompañar» a Cuba hacia su apertura podía haberse logrado de mejor manera si la visita no hubiera coincidido con un proceso electoral en nuestro país, si varios países de América Latina no estuvieran afectados por fuertes tensiones que no son ajenas a la confrontación entre proyectos políticos y económicos antagónicos, y si Estados Unidos no se hubiera empeñado tan recientemente en reclamar los derechos de propiedad preexistentes a la caída del régimen de Batista en 1959. La puesta en vigor de la 'ley Helms-Burton' requiere una gestión prudente en defensa de los intereses españoles en la isla. Que Díaz-Canel pusiera ante los Reyes en valor la «fidelidad y compromiso» hacia Cuba de las empresas que pudieran verse afectadas en nada ayuda a una resolución positiva del litigio emprendido desde la Casa Blanca. La Jefatura del Estado se debe a las decisiones que adopta el Gobierno en materia internacional. Y aunque la visita estuviera programada con mucha antelación, parece evidente que podía haber sido pospuesta, atendiendo tanto a la convocatoria de unas elecciones trascendentales en España como a la contingencia de una grave crisis social y política en países del área. Es indudable que la presencia del rey Felipe VI y de la reina Letizia en Cuba ha servido para un mejor entendimiento entre ambos países y, sobre todo, entre sus ciudadanos. Especialmente porque el Monarca ha sabido decir aquello que tanta gente esperaba oír. Pero los frutos de tan relevante viaje hubiesen sido muchos más si el Gobierno no hubiera actuado con tanta precipitación.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.