25N

A todas las que fuisteis víctimas de la violencia de género y no pudisteis escapar. Pero sobre todo, a las que aún estáis a tiempo de lograrlo: huid del infierno. Necesitáis reconquistar vuestra libertad, tengáis la edad que tengáis, para que vuestros hijos crezcan seguros. No estáis solas. No lo olvidéis. Aunque muchas veces os lo parezca y sintáis -quién os va a negar vuestra verdad-, que las administraciones os desamparan: esas vistas 'rápidas' que se demoran hasta una semana, esos servicios de intermediación que se desentienden incomprensiblemente de vuestros casos, esos funcionarios que no os pueden sostener la mirada cuando les reprocháis que ni siquiera se han leído vuestros expedientes. Pero confiad, de verdad, porque podéis recuperar vuestra plenitud.

Aunque tenéis razón. Sin dinero que fortalezca los sistemas de protección poco se avanzará. De nada sirve que se pinten murales o que cada tantos días alguna manifestación os recuerde. Las buenas palabras no os salvan. Y me atrevo a decir más: creo que ya ni siquiera os reconfortan.