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Hace unos días, ya de noche y casi en la esquina de calle Ramblasque con avenida de la Sierra, una camioneta de mediano tamaño se empotró contra una especie de caseta de transformación adosada a la pared de unos de los edificios de los que ... forman la urbanización. El estruendo fue tan grande y la hora tan intempestiva que fueron muchos los vecinos de la zona, que curiosos salimos a ver lo ocurrido.
El tortazo no fue descomunal, pero tampoco despreciable. Un camionero herido, una calle cortada al tráfico, una docena de adosados que por la avería en la caseta de transformación se quedaron sin servicio eléctrico y una treintena de curiosos yendo y viniendo sin saber exactamente lo que en un caso como aquel debía hacerse.
Llamar a la Policía, –decían unos.
No. Primero llamar a los bomberos, este pobre hombre no puede salir de la cabina –decían otros.
Y que alguien llame a la Cruz Roja, el chófer está sangrando... ¡ah! y a la Electra, hay que avisarles de que la urbanización se ha quedado a oscuras.
Todo era un ir y venir, un intento de ayuda cargado más de voluntad que de medios, hasta que uno de los vecinos dijo las palabras mágicas: no os preocupéis, ya voy a llamar al 112. Y visto y no visto. Llegaron los bomberos, varios coches de policía, una ambulancia y en un par de minutos quedaba acordonada la zona para que los curiosos como nosotros ya que no hacíamos nada no fuéramos a hacerlo allí.
Cuando oí las palabras hasta dudé de que una cosa así de simple, y a la vez tan compleja, no solamente pudiera existir sino que además pudiera hacerlo con la eficacia que lo hace.
Hace diecisiete días, exactamente el 11 de febrero para ser más exacto, se celebró en toda Europa el 'Día de los Servicios de Emergencia 112'. Solo un número, el 112. Número único de asistencia a la ciudadanía ante cualquier tipo de emergencia en la Unión Europea.
Y se lo cuento para que si ustedes se ven pillados, que Dios no lo quiera, en la misma situación en la que yo me vi, no digan que no sabían qué era lo que había que hacer. Es muy sencillo: llamar al 112. Un servidor que, al margen de los tradicionales números de emergencia (cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, servicio de Bomberos, asistencia médica... etc.) es prioritario y exclusivo para la comunicación de situaciones de emergencia,
¿Llamar a la Policía y a la Cruz Roja y a los bomberos y a la Electra...?
No. Llamar al 112. Ellos se ocupan de todo y además la línea es gratuita, prioritaria y exclusiva para cualquier tipo de emergencia que ocurra en la Unión Europea.
Así que, por si algún día les hace falta, y ojalá que Dios no lo quiera, en este domingo en el que se cierran pos carnavales, les dejo la información. Ya lo saben: 112. Número único de asistencia a la ciudadanía ante cualquier tipo de emergencia en la Unión Europea. No lo olviden, háganme el favor. Hasta el domingo que viene, si Dios quiere, y ya saben, no tengan miedo.
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