La petición de dimisión de Batet distancia a Podemos de Yolanda Díaz

Díaz no ve adecuado atizar más la hoguera de las desavenencias en la coalición, y eso es, a su entender, lo que hace Podemos con la exigencia de dimisión Meritxell Batet. Cree que el ya exdiputado Alberto Rodríguez tiene todo el derecho a defenderse de la «injusticia» de la sentencia del Supremo, que le condenó por golpear a un policía hace siete años, y de «la tropelía» de la pérdida del escaño en el Congreso. Pero no hace falta, añadió, sumar más polémicas a la que ya está abierta con la reforma laboral.

Unos reparos a los que se sumó el líder de Más País, que pidió «no echar más leña al fuego». Íñigo Errejón también consideró que Rodríguez tiene toda la razón en sus quejas contra el Supremo y la presidenta del Congreso, pero advirtió a sus excompañeros de Podemos que ir contra Batet es lo que «desean los adversarios del Gobierno» para romper la coalición y liquidar la legislatura.

La dirección de los morados, sin embargo, acordó este lunes exigir la dimisión de Batet por «colaborar» con el presidente de la Sala Segunda del Supremo, Manuel Marchena, en la criminalización de Podemos. La presidenta del Congreso, afirmaron los portavoces Isa Serra y Pablo Fernández, perpetró un ataque «al poder legislativo, a la voluntad popular y a la democracia» al retirar el escaño al parlamentario morado.

Serra y Fernández apelaron a «la dignidad» de su partido para reclamar la cabeza política de Batet y negaron que la idea inicial de presentar una querella por prevaricación así como la petición de dimisión hayan provocado diferencias en Unidas Podemos. Un desmentido que viene a cuento de las voces críticas dentro de la alianza contra la estrategia seguida, entre ellas la propia Yolanda Díaz y el ministro y coordinador de IU, Alberto Garzón. «Todos estaban informados», ha zanjado Serra.

Existe consenso dentro de la formación confederal en el derecho a defenderse que asiste a Rodríguez, pero no sobre la respuesta política contra Batet porque deteriora la convivencia con el PSOE en la coalición gubernamental. Los socialistas volvieron este lunes a brindar su respaldo «total y absoluto» a la presidenta de la Cámara, y advirtieron a sus socios que «no entienden» su actitud. El ataque «pasará factura», avisaron en la comisión ejecutiva socialista.

Rodríguez, entretanto, envió este lunes un escrito a Batet con cuatro preguntas sobre las razones para despojarle de su acta parlamentaria. Quiere saber en qué precepto legal se ampara o por qué ha ignorado el informe de los letrados del Congreso y la decisión de la Mesa contraria a su inhabilitación.

Tras anunciar que renunciaba a la querella contra Batet por prevaricación, la estrategia judicial de Rodríguez pasa ahora por presentar dos recursos ante el Tribunal Constitucional. Uno contra la sentencia del Supremo por vulneración de derechos fundamentales y el segundo contra la presidenta del Congreso por retirarle el escaño pese al informe en contra de los letrados y no pasar por la Mesa.

El exdiputado ha contratado al despacho de abogados que trabaja en la defensa de Carles Puigdemont para «contar con un equipo independiente y experto en el ámbito europeo». La idea, claro está, es llegar hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos si el Constitucional no le da la razón.