Las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz, el pasado martes en el Congreso. EFE

Yolanda Díaz busca la fórmula para reflotar Sumar tras sus varapalos electorales

La coalición de la vicepresidenta segunda permanece en el Gobierno, pero carece de representación territorial y se enfrenta a Podemos

Ander Azpiroz

Madrid

Domingo, 25 de febrero 2024, 00:47

Casi un año después de su rutilante puesta en escena en el madrileño pabellón de Magariños a Sumar no terminan de salirle las cuentas. Es cierto que Yolanda Díaz ha rubricado un nuevo Gobierno de coalición con Pedro Sánchez y que, como ministra de Trabajo ... además de vicepresidenta segunda, se ha apuntado tantos como la nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional o la aprobación esta semana en el Congreso de la reducción de la jornada laboral sin que suponga una reducción del sueldo del trabajador.

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No obstante, Sumar tanto en las generales del pasado julio como en las recientes elecciones gallegas quedó muy por debajo del listón que fijó el Podemos de Pablo Iglesias en su momento álgido, a lo que se añade su nula representación en la política territorial.

En las últimas generales Sumar, con Díaz como cabeza de cartel por primera vez y aún con Podemos a regañadientes en sus listas, se quedó en 31 diputados, cuatro por debajo de los resultados obtenidos en 2019 por la lista entonces liderada por Iglesias y de la que la vicepresidenta segunda formaba parte como integrante del núcleo duro. En 2016 Unidas Podemos, que representaba el mismo espacio de Sumar dentro de la izquierda más allá del PSOE, obtuvo 71 escaños. En Galicia directamente Díaz se ha quedado sin representación parlamentaria.

Uno de los peajes que ha debido de pagar la líder de Sumar ha sido su ruptura con Podemos, sobre todo después de vetar en connivencia con Sánchez a Irene Montero para no solo repetir como ministra de Igualdad, sino también ya a nivel interno como diputada. Aún así la vicepresidenta segunda se mantiene firme en sus posiciones frente a los ataques de los morados, como demostró con la designación de Íñigo Errejón como portavoz parlamentario en sustitución de Marta Lois, a la que envió sin éxito a Galicia. Elegir al exfundador de Podemos y ahora enemigo público número uno de Iglesias e Irene Montero fue un nuevo golpe sobre la mesa de Díaz para tratar de demostrar que ahora es ella la que manda en la izquierda.

Elecciones en el País Vasco

La pugna entre Sumar y Podemos vivirá su próxima prueba de fuego con las elecciones en el País Vasco del 21 de abril, donde ambas fuerzas descartan de antemano la coalición. «No hay debate. Se acaba esta discusión», zanjaron el pasado miércoles desde la formación de Díaz. Euskadi es el último fortín de Podemos gracias a sus seis diputados en el Parlamento de Vitoria. La otra gran batalla entre ambas izquierdas se dará con las elecciones europeas del próximo junio, para las que Irene Montero ya ha sido designada por las bases de Podemos como su candidata.

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A causa de estas guerras internas Díaz no solo ha perdido votos. Tras destacar durante los últimos años como la líder política mejor valorada, ahora se ve superada por Sánchez, quien a cuenta de los pactos con Carles Puigdemont y la tramitación de la ley de amnistía no atraviesa tampoco su mejor momento de popularidad.

Pese al balance de su primer año de existencia, el pasado miércoles la vicepresidenta segunda se mostró optimista en cuanto a su proyecto y confiada en superar las crisis internas. «Más que nunca se necesita Sumar y organización», zanjó ante su grupo parlamentario.

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