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JESÚS J. HERNÁNDEZ
Martes, 30 de noviembre 2021, 13:11
Tras la noticia de que los presos de ETA no quieren más 'ongi etorris' públicos porque causan «dolor» a las víctimas, las reacciones no se han dejado de suceder. Las voces más autorizadas y esperadas están en ese mundo, en el de los familiares de ... los asesinados. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) valoró positivamente que el EPPK anuncie que renuncia a los 'ongi etorris' pero remarcó que «de la izquierda abertzale no queremos palabras, sino hechos». Su presidenta, Consuelo Ordóñez, lo resumió en Twitter con un «¡Buena noticia! ahora solo falta que la cumplan». «Permitidme que nos atribuyamos en gran medida este triunfo. Covite lleva desde 2016 denunciando sin descanso y documentando está realidad tan dolorosa y hasta 2019 prácticamente en soledad», precisó. Los reclusos concretaron que «en lo sucesivo, sólo queremos recibimientos en un espacio privado entre allegados».
La principal asociación por número de socios, la AVT, está inmersa hoy en la celebración de su 40 aniversario, al que acude la Reina Sofía. Maite Araluce, su presidenta manifestó que «veremos si cumplen con lo que han dicho en el comunicado». «Es una noticia que llega tarde y que ha causado muchísimo dolor a las víctimas. Y lo que pedimos a este colectivo de presos de ETA es que colaboren la Justicia».
La Fundación Buesa fue de las primeras en reaccionar. «Es un paso imprescindible que muchas entidades llevábamos tiempo pidiendo porque esos homenajes son indignos, humillantes y muy dolorosos para las víctimas y para el conjunto de la sociedad», publicó la fundación en sus redes sociales. «En todo caso, la autocrítica de quienes asesinaron, amenazaron, secuestraron y extorsionaron, y de quienes jalearon todas estas acciones, sigue siendo también imprescindible y absolutamente necesaria para avanzar hacia una verdadera convivencia», añadieron.
Sara Buesa, hija del político socialista, defendió poco después que «es significativo que las personas presas digan que no quieren protagonizar recibimientos públicos. Una aproximación al dolor de las víctimas, a la que ojalá prosiga la reflexión sobre el daño injusto e irreparable causado por sus actos. Eso sí ayudaría a aliviar nuestro sufrimiento». Es el espíritu que resume la mayoría de las reacciones en el mundo de las víctimas: es un paso positivo pero hacen falta más hechos que lo acompañen.
El EPPK, en la parte final del comunicado, acusa a las víctimas de «buscar la venganza con voluntad de imponer un relato falaz que distorsione el conflicto», así como «la confrontación en vez de la convivencia«. Consuelo Ordóñez califica de »cínico« e «inaudito» que «después de que llevemos muchísimos años aguantando las humillaciones y provocaciones de la izquierda abertzale, encima nos acusen a las víctimas de querer venganza y de ser un impedimento para la paz . Si hoy disfrutamos de una convivencia en paz y libertad es gracias a que las víctimas nunca nos hemos vengado ni nos hemos tomado la justicia por nuestra mano». «Que nadie espere que les tengamos que dar las gracias por dejar de homenajear públicamente a asesinos y terroristas. Que nos alegremos por es una cosa y otra muy diferente es que tengamos que reconocérselo como un gran gesto por la paz», zanjaron desde Covite.
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