La CUP veta a Borràs para la presidencia de la Generalitat

El concurso de la formación anticapitalista en la investidura ha sido clave en los últimos años. La CUP vetó a Artur Mas en 2015 y lo mandó a la «papelera de la historia», lo que provocó el paso al lado del expresidente y la elección de Carles Puigdemont en 2016. En 2018, se repitió la jugada. En este caso, a quien negaron los votos los anticapitalistas fue a Jordi Turull, que perdió la votación de investidura y horas después entró en prisión por el 1-O. La CUP no le perdonó su pasado convergente. La negativa a investir a Jordi Turull activó la opción de Quim Torra, que sí fue apoyado por la izquierda radical secesionista. «Las sospechas de corrupción deberían aclararse antes de que alguien sea habilitado para dirigir un país», ha apuntado Sabater. Horas después, la CUP ha emitido un comunicado, en el que ha matizado a la cabeza de lista. «El independentismo no puede permitirse ni una sombra de duda. Sin embargo, el único veto que la CUP ha puesto sobre la mesa es un gobierno que continúe con la parálisis de los últimos 3 años», ha señalado el partido. «La CUP es garantía de poner por delante el proyecto colectivo a los personalismos, y serán estos primeros los que guiarán su posicionamiento ante futuros acuerdos», ha rematado. Se trata de la segunda desautorización en campaña de Sabater por parte de su formación.

La mayoría de las encuestas publicadas hasta la fecha pronostican una mayoría absoluta de las fuerzas secesionistas. Pero en ninguna, JxCat y ERC suman por sí mismas. Necesitarían a la CUP, porque los postconvergentes apuestan por un gobierno nítidamente independentista, por lo que no se plantean buscar apoyos más allá del secesionismo. Y los anticapitalistas advierten de que siempre que son necesarios, «pasan cosas». Sobre el veto de la formación independentista, Laura Borràs ha señalado en TV3 que la CUP deberá elegir si se pone al lado de la «injusticia española» o se pone al costado de la «democracia catalana». Borràs dijo el domingo en el debate de campaña en RTVE que no hay caso. «No hay causa, por tanto no debería haber juicio», ha reiterado.

Si Laura Borràs no puede ser investida, el siguiente en la lista de JxCat es Joan Canadell, expresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, empresario que dio el salto a la organización empresarial con el aval de la ANC. El candidato de ERC, Pere Aragonès, insinuó ayer que Canadell no podrá ser miembro del Govern catalán por algunos de los comentarios supuestamente xenófobos (llama «colonos» a los catalanes de origen en el resto de España) que ha escrito en su cuenta de Twitter. Aragonès aseguró que, si preside el próximo Govern, no habría ningún miembro del Ejecutivo «xenófobo». Al ser preguntado si son xenófobas algunas de las declaraciones del número dos de Junts, en su cuenta de Twitter, respondió: «Hay expresiones que a veces lees por las redes que no compartes lo más mínimo». Si no cuenta con él como consejero, es de suponer que tampoco como eventual presidente de la Generalitat.