Sánchez contempla una salida asimétrica del estado de alarma

El jefe del Ejecutivo ya había avanzado en la rueda de prensa del sábado que «a principios o mediados» de junio algunos territorios «van a estar prácticamente fuera» del estado de alarma. Si se tiene en cuenta la literalidad del último decreto de prórroga, esa situación podría darse en aquellas áreas que hayan culminado la transición hacia la denominada «nueva normalidad».

Del texto publicado en el Boletín Oficial del Estado se deduce, de hecho, la posibilidad de que haya comunidades, provincias o zonas en las que la excepcionalidad deje de estar vigente antes que en otras por la evolución de la epidemia. Según el artículo 5, «la superación de todas las fases» de la desescalada «determinará» que queden sin efecto las medidas derivadas de la declaración» que rige desde el 14 de marzo.

La novedad es que el Ejecutivo no descarta acelerar el proceso. En este momento, entre fase y fase deben transcurrir 14 días. Ese tiempo es el que se estableció para evaluar el impacto de la flexibilización de las restricciones en los índices de contagios. El ministro de Sanidad, sin embargo, se abrió este domingo a estudiar si la modificación es posible. «La voluntad del Gobierno –sostuvo Salvador Illa en rueda de prensa en la Moncloa– es aplicar el estado de alarma allí donde sea necesario el mínimo tiempo necesario».

No aportó más detalles sobre los planes del Ejecutivo. Preguntado por la salida asimétrica del estado de alarma, simplemente de refirió a los «distintos ritmos» con los que avanzan los territorios. Y esas circunstancias diferentes influyeron en los mensajes de los líderes autonómicos.

Si Feijóo optó por «presentar la candidatura» de Galicia para abandonar la excepcionalidad, el presidente de Castilla y León, el también dirigente popular, Alfonso Fernández Mañueco, consideró que Sánchez había planteado la reflexión sobre la salida desigual del estado de alarma «con demasiada antelación». Y el responsable de Andalucía, Juanma Moreno, aseguró desconocer «las reglas» para una salida «a la carta».

Mientras, el presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, apostó por extender el decreto «como mínimo» hasta finales de junio por ser «la única norma que permite que no haya movilidad entre comunidades en un momento en el que no todas están en la misma fase».

El Gobierno aún no ha confirmado, sin embargo, si solicitará al Congreso una sexta prórroga del estado de alarma –ni en qué términos–. La negociación de la última y el pacto con EH Bildu para la derogación de la reforma laboral a cambio de la abstención de la izquierda abertzale le han acarreado quebraderos de cabeza. Además de la perplejidad que el acuerdo causó en algunos dirigentes socialistas, el lehendakari, Iñigo Urkullu, trasladó este domingo a Sánchez que le resultó «desconcertante».

También la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, censuró el diálogo con Bildu. El jefe del Ejecutivo, sin embargo, le reprochó la actitud «obstruccionista» del PP, que votó en contra del estado de alarma en el último pleno. La ministra de Hacienda confió, de hecho, en que si es necesaria otra prórroga, los populares «reflexionen». María Jesús Montero no dio, además, por perdida la colaboración del PNV, aliado con el que cree que el Gobierno podrá contar.