María Luisa Segoviano, nueva candidata en la terna del CGPJ para el TC

Los vocales conservadores del Consejo General del Poder Judicial propiciaron la celebración del pleno convocado para el pasado martes al presentar a sus dos candidatos para ocupar los dos puestos que le corresponde nombrar al órgano de gobierno de los jueces en el Tribunal Constitucional: César Tolosa y Pablo Lucas. Con la aceleración de la cita, buscaban usar la normativa actual para las renovaciones de la corte de garantías y esquivar la reforma promovida por el Gobierno para cambiar el modo de elección de los magistrados en el CGPJ para el TC. Los progresistas, a su vez, presentaron la candidatura de Juan Manuel Bandrés.

Si bien el Constitucional decidió suspender la votación que estaba prevista para esta tarde en el Senado de las dos enmiendas para la reforma de la Justicia que impulsan Unidas Podemos y el PSOE, el Gobierno ya ha anunciado que presentará una proposición de ley en el Parlamento con el mismo contenido.

Por eso, el sector conservador ha impulsado la celebración de un nuevo pleno para la semana que viene con objeto de realizar una nueva votación para designar a los dos magistrados del Tribunal Constitucional que le corresponden al órgano de gobierno de los jueces. Y han cambiado su tique de candidatos. Mantienen uno de los nombres propuestos, el de César Tolosa, pero retiran a Pablo Lucas, de perfil progresista, para proponer a cambio a María Luisa Segoviano, también con sensibilidad progresista y feminista.

María Luisa Segoviano (Valladolid, 1950)

María Luisa Segoviano, que se ha jubilado este mismo año 2022, ha sido la primera mujer que ha presidido una de las cinco salas del Tribunal Supremo, en su caso, la de lo Social, entre 2020 y su retiro el pasado mes de octubre. En el momento de su nombramiento para ese cargo contó con el apoyo aplastante del pleno del CGPJ.

Segoviano nació en una familia de juristas (su padre fue magistrado y su madre se licenció en Dererecho) y a esta disciplina también se dedican la mayoría de sus seis hermanos.

Segoviano se especializó en laboral desde que en 1974 sacó la oposición como secretaria de Magistratura de Trabajo, con destinos como Barcelona, Palencia o Valladolid. Posteriormente, en 1987, ingresó en la judicatura, y su primer juzgado fue el de Primera Instancia e Instrucción 1 de Bilbao, donde permaneció dos años, para pasar a continuación al Juzgado de lo Social 1 de Valladolid. Tras esa experiencia, en 1996, fue designada presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla. Y de ahí pasó a magistrada de la Sala Cuarta del Tribunal Supremo, donde, antes de presidirla, permaneció catorce años.

En una reciente entrevista, Segoviano destacó que la puesta en marcha de los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) durante la pandemia para proteger el empleo fue una medida «muy acertada, positiva» y que se trata de un instrumento «potentísimo» para salvaguardar tanto los puestos de trabajo como las empresas. Por ello, invitó a que se vuelvan a utilizar en el futuro ante situaciones económicas negativas para ayudar al tejido productivo a sobrevivir.

De sensibilidad feminista, en alguna ocasión ha puesto de relieve en público la falta de mujeres en los cargos más altos de la judicatura y también se muestra muy preocupada con la violencia machista. De hecho, cuenta con publicaciones en este ámbito de la igualdad de género.

César Tolosa Tribiño (Segovia, 1957)

Preside la Sala III (de lo contencioso-administrativo) del Tribunal Supremo y es magistrado de este alto tribunal desde el año 2014. Durante los diez años anteriores había presidido el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria tras haber sido presidente de la Sala de lo Contencioso Administrativo de ese mismo tribunal durante once años. Allí, previamente, había sido magistrado de la Sala Civil y Penal.

Tolosa ingresó en la carrera judicial en 1982 y si bien el grueso de su actividad profesional la ha desarrollado en Cantabria donde fue creciendo pasando por diferentes puestos del escalafón judicial, su primer destino fue el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Molina de Aragón (Guadalajara), para dos años más tarde ascender a magistrado y ser destinado al Juzgado número 5 de Palma de Mallorca, ingresar en el Cuerpo de Magistrados de Trabajo y ejercer ya en la Magistratura número 1 de Santander hasta 1990.

La experiencia de Tolosa incluye también actividad docente en materias relacionadas con las jurisdicciones social y contencioso-administrativa, cuenta con publicaciones jurídicas y artículos doctrinales y ha colaborado con proyectos de cooperación judicial internacional.

José Manuel Bandrés (Jaca, 1955)

Es magistrado del Tribunal Supremo desde el año 2003. Allí ha trabajado sobre todo en casos económicos, sobre competencia, información privilegiada, el mercado energético o las licencias VTC. En cuanto a su carrera académica, es doctor en Derecho y ha sido profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Barcelona entre 1988 y 1999 y también tiene variadas publicaciones. Antes de llegar al Tribunal Supremo había pasado dos décadas en los juzgados del País Vasco, Aragón y Cataluña. En este último destino, en 1985, fue nombrado magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Territorial de Barcelona, antecedente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Bandrés, de marcado perfil progresista -fue uno de los fundadores de Juezas y Jueces para la Democracia-, sufre el rechazo frontal de los conservadores, sobre todo en la coyuntura actual, porque su promoción a magistrado del tribunal de garantías engordaría la mayoría progresista y afín al Gobierno que se conformaría en el Tribunal Constitucional junto a los dos magistrados propuestos por el Ejecutivo -el exministro de Justicia Juan Carlos Campo y la ex alto cargo del Ministerio de la Presidencia Laura Díez- que promoverían como próximo presidente a Cándido Conde-Pumpido. Por el momento, su candidatura no ha sido oficialmente promociona por los progresistas del CGPJ.

Pablo Lucas (Salamanca, 1954)

Es el candidato que se ha caído de entre los propuestos por los conservadores. Si bien era un candidato promovido por los vocales conservadores del CGPJ, responde, como su sustituta, a un perfil progresista, aunque entre 1996 y 2011 fue jefe de gabinete de quien entonces presidía el órgano de gobierno de los jueces, Javier Delgado, que previamente había sido magistrado del TC a propuesta del PP. En todo caso, Pablo Lucas se encontraba en el listado de nueve candidatos dado a conocer por los vocales progresistas el pasado mes de octubre. Este cúmulo de circunstancias puede, en un momento dado, favorecer el desbloqueo de los nombramientos porque podría granjearse votos del bloque progresista, sobre todo si éste opta por no presentar alternativas y prima el ánimo de desbloqueo.

Lucas es magistrado de la Sala del Supremo que preside Tolosa, la de lo Contencioso Administrativo, desde el año 2001. A ese puesto accedió a la carrera judicial por el turno reservado a juristas de reconocida competencia con al menos quince años de ejercicio.

Entre sus cometidos desde el año 2009 se encuentra el de autorizar las peticiones del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para intervenir las comunicaciones, por lo que habría intervenido en las escuchas a los líderes del procés. Además, en su haber también se cuenta la redacción del auto que dio el visto bueno judicial a la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos.

Su hermano es Enrique Lucas, vocal del Consejo General del Poder Judicial elegido a propuesta del PNV.