El Gobierno da luz verde a traslados masivos a la península ante la mayor crisis migratoria

Canarias vive ya la mayor crisis migratoria desde que en 1994 los primeros cayucos se aventuraran desde las costas occidentales de África a ganar el archipiélago español. En las estadísticas oficiales del Ministerio del Interior, que se remontan a 2002, no hay cifras parangonables. Las islas, según los datos todavía provisionales con los que trabaja el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, superan ya este octubre las 28.000 llegadas en 2023, un ritmo muy superior al de la famosa 'crisis de los cayucos' de 2006 que entonces desembocó en ayudas millonarias a países atlánticos africanos para frenar una oleada sin precedentes.

Ante esta avalancha el Gobierno ha comenzado en las últimas horas una operación de traslado masivo de 'sin papeles' a la península para intentar rebajar la presión sobre los ocho grandes centros de acogida o atención de migrantes en las islas, que están desbordados desde hace semanas (tres instalaciones en Tenerife, otras en Gran Canaria, una en Lanzarote y la última en Fuerteventura).

El eje central de este operativo, según ha podido saber este periódico, es la creación contrarreloj en la península de más de 10.000 plazas para los recién llegados. En quince días, el Ejecutivo planea habilitar 4.000 camas en cuatro cuarteles técnicamente «desuso» (aunque realmente están en estado de verdadero abandono), tras un acuerdo alcanzado con el Ministerio de Defensa. Además, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones tiene idea de financiar otras más de 3.000 plazas en hoteles y otras 3.000 en albergues y otras instalaciones hosteleras que se encuentran en temporada baja.

Ni desde Migraciones (que es el encargado de fletar estos vuelos de traslados desde Canarias y de gestionar el alojamiento de los clandestinos) ni desde Interior (que se dedica a custodiarlos) se facilitan cifras oficiales, pero según ha podido saber este periódico solo el pasado martes un millar de 'sin papeles' llegaron al continente a bordo de tres Boeing 787-9 Dreamliner de Air Europa que cubrieron la ruta Gran Canaria y Tenerife Norte (en dos ocasiones) con destino al aeropuerto de Madrid Barajas.

El Ejecutivo central –que está sufragando estas operaciones de traslados íntegramente sin coordinación ni previo aviso a las administraciones autonómicas, según ya han denunciado varias comunidades afectadas- igualmente se niega a facilitar información exacta del destino final de estos 'sin papeles' ni de los otros llegados a la península en fechas recientes.

No obstante, diversas fuentes han confirmado a este medio que buena parte de los últimos inmigrantes aterrizados en el península, además de los que se han quedado en Madrid, han sido repartidos, entre otros lugares, por hoteles, centros y residencias de: Almería, donde se ha ubicado a al menos 320 extranjeros; Málaga, con otros 200 inmigrantes; la localidad vallisoletana de Medina del Campo con al menos 150 africanos; o el municipio de Malpartida de Cáceres, que ha recibido 140 personas en las últimas horas.

La situación es tan peliaguda que el departamento que dirige José Luis Escrivá, antes de anunciar incluso el acuerdo con el departamento que dirige Margarita Robles, dio el visto bueno este miércoles para montar sobre la marcha sendos campamentos de emergencia en terrenos del Ministerio de Defensa en la Comunidad de Madrid para acoger a los migrantes trasladados.

El primero en el cuartel del General Arteaga, en Carabanchel Alto, que según ha podido comprobar esta misma semana este periódico está en estado de abandono total y el que el Gobierno planea alojar en uno días a 800 personas, y el segundo en terrenos de las Fuerzas Armadas en Alcalá de Henares.

Mandos de las fuerzas de seguridad del Estado han insistido en diversas ocasiones en esta semana en que la situación en el archipiélago se está convirtiendo en insostenible después de que Senegal y Mauritania (los dos principales países 'socios' de España desde la crisis de 2006) hayan bajado desde este verano los controles policiales en sus costas sin motivo aparente y sin aviso al Ministerio del Interior.

Las estadísticas de Interior dan buena cuenta de este fenómeno. En todo el 2006 alcanzaron el archipiélago un total de 31.678 personas. A falta de unos días para completar los diez primeros meses del año, han arribado a las islas al menos 28.171 personas, después de que en las últimas horas haya sido rescatados 371 migrantes en embarcaciones llegadas a El Hierro, Tenerife y Gran Canaria. De seguir este ritmo, que no está disminuyendo a pesar del empeoramiento de las condiciones climatológicas, las cifras de hace 17 años serán superadas con creces.

Y es que hay jornadas, como la del pasado sábado, en la que solo en 24 horas llegaron a El Hierro 812 inmigrantes en cuatro embarcaciones. Uno de estos cayucos, que arribó al puerto de La Restinga, además, batió el récord histórico de pasajeros: 320 personas a bordo de una sola nave.

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