El Parlament responde a la Junta Electoral ratificando a Quim Torra

La Cámara catalana ha aprobado, con los votos de JxCat, ERC y la CUP, ratificar como diputado del Parlament y presidente de la Generalitat a Quim Torra. Los comunes se han abstenido y el resto de formaciones han votado en contra. El Parlamento, de acuerdo al texto de los secesionistas, ha calificado de «golpe de estado» el intento de la Junta Electoral Central de inhabilitar al dirigente nacionalista, «contraviniendo la voluntad política de los catalanes». La resolución ha denunciado además la «existencia de una causa general contra el independentismo» y ha exigido el «fin de la represión, el reconocimiento del derecho a la autodeterminación del pueblo de Cataluña, la amnistía para los presos, el libre retorno de los exiliados y la plena garantía «en el ejercicio y defensa de los derechos civiles y políticos de los ciudadanos de Cataluña».

En su discurso, Torra ha avisado de que ha llegado la hora de «plantarse». El presidente de la Generalitat ha advertido a la Junta Electoral de que «no permitirá» su inhabilitación y de que no acatará la decisión adoptada por el organismo electoral de apartarle como diputado, lo que le obligaría a cesar como jefe del Ejecutivo catalán. Torra reclamó un pleno en el Parlament para reaccionar a su inhabilitación. Amenaza con la desobediencia, pero al mismo tiempo deja la decisión en manos del hemiciclo catalán.

«Me pongo a disposición del Parlament para seguir avanzando si está dispuesto a no claudicar frente a la represión», ha dicho. «Me debo al Parlament», ha insistido. De tal manera que si la Cámara catalana acepta la decisión de la Junta Electoral, tendrá que cesar como diputado y como presidente. Pero si la Cámara no acepta la inhabilitación, seguirá en el cargo. Lo que podría ocurrir, en principio, es que cuando la Junta Electoral notifique a la Cámara catalana la resolución sobre Torra, la recurrirá. Pero podría no frenar la ejecución inmediata de la inhabilitación.

La patata caliente pasaría entonces a manos de Roger Torrent, presidente de la Cámara y dirigente de Esquerra. Ese es el escenario que buscan Torra y Puigdemont. Que la decisión la acabe tomando ERC. Como en enero de hace dos años cuando Torrent impidió la investidura a distancia del expresidente de la Generalitat. JxCat tratará de poner en nuevo brete a los republicanos para buscar el momento ideal de la convocatoria de elecciones.

De momento, el presidente de la Generalitat apuesta por dar batalla jurídica contra su inhabilitación. El jefe del Ejecutivo catalán ha remitido este sábado un escrito a la Junta Electoral de Barcelona en el que le pide que se abstenga de realizar ninguna actuación para ejecutar el acuerdo de la Junta Electoral Central. La resolución, a su juicio, «supone una vulneración» de sus derechos fundamentales, por lo que comunica a la Junta Provincial su intención de presentar «de inmediato», una vez reciba la notificación «formal e íntegra» de este acuerdo, un recurso contencioso-administrativo ante el Supremo. Y anticipa que solicitará al Supremo la medida cautelarísima de suspensión de la resolución impugnada, para impedir así que se ejecute la orden de retirarle la credencial como diputado mientras la sala contencioso-administrativa resuelve su recurso.

El presidente de la Generalitat ha hecho dos anuncios en clave independentista. Por un lado, ha llamado a los grupos secesionistas, como propuso el jueves Carles Puigdemont, a participar en un espacio donde se pueda debatir qué y cómo se puede negociar con el Gobierno central, una vez se constituya la mesa pactada entre el PSOE y ERC. «Hay que actuar con unidad estratégica y no dejar abonar el terreno de la división», ha señalado. Al líder socialista, le ha reprochado que sitúe el diálogo con el independentismo en el marco constitucional, «el mismo que se invoca para inhabilitarme».

«El marco constitucional es una jaula para los catalanes», aseguró. También ha reprochado al presidente del Gobierno que no se puede establecer un diálogo y al mismo tiempo inhabilitar al interlocutor. Asimismo, ha instado a convocar la asamblea de cargos electos.

La participación más contundente del debate la ha pronunciado la portavoz de Ciudadanos, Lorena Roldán. «Señor Torra, vuelva a la realidad, usted ya no es presidente y es el momento de dejar atrás la etapa negra del 'procés'», le ha espetado. Roldán ha afirmado que Torra y los grupos separatistas «llevan mucho tiempo creyéndose dueños de Cataluña cuando no lo son» y ha pedido que «ya está bien de ignorar a más de la mitad de los catalanes». Ha apuntado que el ejecutivo catalán «ni gobierna ni hace nada» y ha tachado de «vergüenza» que se haya abierto el Parlamento «solo para hablar de los privilegios de Torra y del 'procés'» en vez de «hablar de pobreza, barracones o listas de espera».

Roldán ha afirmado que «Torra está de prestado en la Generalitat» porque «desde ayer (viernes) ya no es presidente como ha dicho la Junta Electoral Central (JEC)» y ha recordado que él mismo «se encargó de echarle un pulso a la JEC y se declaró culpable y ahora critica las consecuencias y se inventa conspiraciones cuando desde Cs le advertimos que podía incurrir en el delito de desobediencia». «Usted debería dar ejemplo, no es un diputado cualquiera, es el president», ha sentenciado.

El presidente del grupo parlamentario socialista, Miquel Iceta, ha destacado que la eventual inhabilitación del presidente de la Generalitat sólo puede derivarse de una sentencia judicial firme, y no de un acuerdo de la Junta Electoral Central. «Lo dice el Estatuto, la ley de la presidencia del Gobierno, y el reglamento de la Cámara«, ha recordado Iceta. El líder de los socialistas catalanes ha recomendado en su intervención al president que recurra la decisión y que también lo haga el Parlamento de Cataluña en defensa de las instituciones catalanas.

«Presidente, debería defenderse jurídicamente, nosotros no compartimos su gestión ni su orientación política, pero ahora es su obligación porque no está defendiendo su persona sino la institución de la presidencia de la generalidad«, ha dicho, y ha mostrado su disposición a defender las instituciones catalanas, »vamos juntos a defender el Estatuto, a defender el autogobierno, a defender nuestras instituciones«. Los socialistas han calificado, no obstante, de tóxico, a Torra.