El Gobierno ve al PP «a la deriva» por «deslegitimar» a la Comisión Europea

Sánchez cargó contra el primer partido de la oposición por «saltarse a la torera» con la regularización, que tramita el Parlamento andaluz, de cientos de hectáreas de cultivos de regadíoen el entorno del parque natural las sentencias del Tribunal de Justicia europeo y por el daño reputacional, según dijo, le causa a España «deslegitimar» el Gobierno que preside la conservadora Ursula von der Leyen. «Tenemos una oposición a la deriva. Ya está bien», aseveró el jefe del Ejecutivo, que atribuyó los últimos vaivenes del PP a la «falta de liderazgo» de Feijóo.

Un día después de las duras críticas de Weber, el líder de los populares dejaba claro su malestar con Bruselas por la respuesta sobre Doñana alineándose con el presidente del PPE. El político gallego entiende que su denuncia contra la Comisión europea por sus supuestos comportamientos «partidistas» estaba plenamente justificada. «Weber es una persona que cuando habla es porque entiende que el posicionamiento político del PPE ha de ser el que es», zanjó.

Unos ataques que no gustaron a Von der Leyen, que respondió al fuego amigo –pertenece a la misma familia política que Weber– cerrando filas con su equipo y defendiendo el papel «estrictamente institucional» que tiene el Ejecutivo comunitario en esta materia. Bruselas no quiere entrar en el juego político y se afana en recordar que la Comisión es un órgano institucional cuyos miembros vienen de diversos partidos y países, y cuyo cometido es hacer una gestión neutra como guardián e intérprete de los tratados.

A un mes de los comicios del 28-M, Moncloa ha visto en Doñana un filón con el que desgastar al PP y rechaza sentarse a negociar con la Junta a cuenta de la legalización de los pozos en la reserva natural. «Hay una sentencia europea y hay que cumplirla», señaló la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, echando así por tierra los intentos del presidente andaluz Juanma Moreno de buscar «alternativas imaginativas» con el Gobierno para la regularización de regadíos.

Entre estas opciones el mandatario autonómico citó como posibilidades la permuta de terrenos fuera del preparque para que los agricultores puedan continuar con su actividad. Una propuesta que partió del que fuera vicepresidente del Gobierno y durante años presidente del Patronato de Doñana, el socialista Alfonso Guerra.

La negativa del Gobierno a sentarse a negociar con la Junta fue respondida por el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul y portavoz del Ejecutivo andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, que tildó de «muy grave» que Ribera «se permita el lujo de decir que con la Junta no habla» acerca de la situación del parque. «Mirar hacia otro lado -recalcó en la Cope- nunca es la opción correcta».

Génova no se plantea dar marcha atrás y ceder ante los «ataques» del Gobierno porque cree que «Sánchez quiere hacer de Doñana nuestro 'solo sí es sí'». En todo caso, aseguran que la decisión de retirar del Parlamento andaluz la proposición de ley está en manos de Moreno y su Ejecutivo. Aún así, apuntan las fuentes consultadas, «recular sería aceptar una mentira».