La tensión política incrementa la crispación en la Cámara catalana

El diputado de ERC ha acusado a Cs de ser un partido «fascista». Cuando Wagensberg ha acabado su alocución, ha pasado por delante de la bancada de Ciudadanos y diputados independentistas han asegurado que Carrizosa le ha dicho, al oído: «Vete hacia arriba, nos vemos fuera». El diputado de la formación naranja lo ha negado, pero la bronca ya estaba desatada. No solo entre ellos. El PSC ha presentado una queja formal contra JxCat por tachar de cínico y deshumanizado a Miquel Iceta. Mientras que los neoconvergentes se han quejado porque Carrizosa tildara de «supremacista» a la consejera de Cultura, una imputación que suele hacer también a Quim Torra.

La guinda la ha puesto el diputado de Catalunya en Comú Podem, Lucas Silvano Ferro, al comparar a Torra con el líder norcoreano, Kim Jong-Un. El presidente de la Generalitat ha pedido la palabra para pedir una rectificación por compararle con un «dictador aberrante». La salida de tono de unos y otros sería una anécdota si no fuera porque es un reflejo de la tensión que hay en la política catalana. La sesión parlamentaria de hoy ya llegaba caliente después de que ayer la diputada de Cs denunciara los «privilegios» que a su juicio tienen los presos del 'procés', a los que comparó con los clientes de un resort con una «pulsera del 'todo incluido' y con barra libre de impunidad».