Luis Tudanca
Luis Tudanca
Luis Tudanca (Burgos, 1978) es tan sanchista que no pasa un Pleno sin que el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se lo recuerde. El proceso de renovación del PSOE en esta comunidad le ha convertido en un ariete 'antisanchista' para la derecha. ... Y él trata de mantener, en difícil equilibrio, su rebeldía ante los críticos arropados por Ferraz mientras defiende el proyecto de 'su' presidente.
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-La primera pregunta es si se va a presentar, sí o no.
-Es la pregunta. Lo entiendo. Pero me cuesta muchísimo en la vida, en la política, no ser coherente. Y en este caso lo mismo. Lo mismo que he dicho en todos los procesos. Hasta que no se abra, no anunciaré mi decisión. Vamos a esperar a que se inicie el calendario de primarias -la precandidaturas podrán presentarse el 7 y 8 de enero y el congreso será los días 22 y 23 de febrero-. Y el primer día anunciaré mi decisión. Y lo diré además para que lo sepan mis compañeros en primer lugar, que es a quienes me debo.
-Y si fuera que no, ¿por qué todo este espectáculo?
-Es que no tiene que ver con esto. En estos últimos años me he dedicado solo a trabajar por Castilla y León y por el partido. Soy muy consciente de la responsabilidad que he tenido y del inmenso honor y de las muchas satisfacciones, a pesar de que han sido años muy complicados. Lo he disfrutado. Pero no pienso en mí o en mis ambiciones. Lo único que he hecho en este proceso es darle la voz a la gente. Para empezar, este proceso no lo inicio yo. Hay una convocatoria de un Congreso Federal y tiene que hacerse el proceso siguiente, autonómico, luego provincial, local... Por tanto, he hecho lo mismo que hice hace cuatro años, lo mismo que hace ocho y lo mismo que hice en todos los procesos. Convocar un calendario y unas primarias autonómicas.
-Si no fuera usted, ¿tendría un sucesor en mente?
-No, no, no. Incluso en procesos de primarias en otros ámbitos no he manifestado siquiera mi voto porque creo en el modelo de partido que nos hemos dado, ese partido de la militancia, participativo, menos jerarquizado, en el que nos escuchamos, trabajamos en red… Siempre he creído que los responsables orgánicos tenemos que intentar influir lo menos posible. El militante tiene que ser soberano, libre, a la hora de expresar su voto. Y los aparatos debemos mantenernos al margen. No tengo la más mínima intención, el día que dé un paso atrás, de influir en quién debe liderar en el futuro el PSOE de Castilla y León. Eso no sale bien nunca.
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-¿Sigue sin hablar con Pedro Sánchez?
-He de lamentar que sí. Pero bueno, hablaremos. Estoy convencido de que hablaremos pronto. Ahora estamos en un momento muy complicado. Después de hacer frente al primer Gobierno de derecha y de extrema derecha, que ha sido durísimo. Reconozco que también en lo personal, porque he visto una degradación del debate público, una agresividad, que no había visto nunca. Incluso en las relaciones personales entre políticos, que en privado siempre fueron diferentes a como eran en público. Esa degradación ha sido muy difícil de sobrellevar. Toda esa crispación, todo lo que ha tenido que sufrir el propio presidente del Gobierno, ya en términos personales y familiares, ha sido muy duro. Lo único que he pretendido es que el PSOE en Castilla y León estuviera bien. Y con toda humildad, creo que hemos vivido el mejor momento de nuestra historia en cuanto a fortaleza, unidad, implantación territorial, resultados... Incluso ahora, de expectativas. La última gran encuesta nacional nos daba los segundos en intención de voto después del PSOE de Cataluña. Es el mejor resultado. Nos da por encima del PP, incluso. Pero también he querido siempre contribuir a que Pedro Sánchez fuera presidente y a que lo siga siendo. El 10% del grupo parlamentario socialista en el Congreso es de Castilla y León. Por tanto, sí, yo voy a seguir hablando con él para contribuir a que el PSOE de Castilla y León crezca y para que Pedro Sánchez siga siendo presidente.
-¿Y quién ha sido su interlocutor en esta negociación sobre el Congreso autonómico?
-La Secretaría de Organización. Ha habido desencuentros, obviamente, han sido públicos. Han sido contadísimas las ocasiones en las que he hablado en público de cuestiones internas. Pero ha habido una posición pública por parte de Ferraz que me ha obligado a explicar los porqués de lo que había pasado. Porque a mí no se me había contradicho una decisión o una posición personal, ni siquiera como secretario general. Se había tirado atrás una decisión del partido en Castilla y León. De más del 80% del Comité Autonómico. Se le había quitado la voz a los militantes del partido y he querido explicarlo, pero ya está resuelto. Hemos acordado un nuevo calendario y habrá posibilidad de que todos los militantes se pronuncien. Voy a defender ese modelo de partido por el que tanto he peleado durante los últimos años. Y lo voy a hacer hasta el final porque creo en él y porque además ha sido un modelo de éxito. A mí me parece que cuando las cosas funcionan es mejor no tocarlas. Los modelos de éxito que van más allá de las personas que los encarnan hay que protegerlos.
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-Quinielas. ¿Cree que hay un candidato para hacerle frente en las primarias?
-No lo sé, pero esa pregunta no la tengo que responder yo. Si alguien lleva un año diciendo que lo tiene o que lo busca, lo honesto con los militantes sería que dijeran quién, pero sobre todo que dijeran para qué. Por qué, con qué proyecto.
-Suena Ana Redondo.
-Suenan muchos. Y a mí no me van a oír nunca decir más que cosas buenas de los compañeros. Óscar Puente, un magnífico alcalde y un magnífico ministro. Ana Redondo está dirigiendo un ministerio importantísimo para los socialistas, muy complicado y muy duro, pero además fue mi predecesora como portavoz de las Cortes. Carlos Martínez, que saca unos resultados electorales fantásticos y le quieren con locura en Soria. Javier Izquierdo. Hasta a Margarita Robles he oído en quinielas. Tenemos un capital político que también es fruto de ese modelo de éxito de los últimos años en Castilla y León, con el equipo que hemos dirigido el partido aquí.
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-¿Teme que pueda haber guerra sucia?
-No lo temo, la he visto. Eso es lo único que me duele de todo esto. La política tiene un poco de conflicto, de debate, tanto dentro como fuera de los partidos. Tengo el récord de primarias del PSOE. No hay nadie en el partido que se haya enfrentado a más primarias que yo, con contrincante o sin él.
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