El Supremo rechaza suspender a Mozo como presidente del Poder Judicial

La resolución del Pleno del órgano de gobierno de los jueces sobre Mozo, lejos de poner fin a la etapa de Lesmes, fue recurrida por uno de los vocales 'pata negra' del Consejo: el magistrado Wenceslao Olea, miembro de la misma Sala de lo Contencioso del Supremo que ha resuelto hoy y afín al anterior presidente, integrante también de esta jurisdicción. Tras conocer la resolución Olea ha decidido desistir con su recurso, aunque sigue vivo el presentado por el secretario general del CGPJ, José Luis de Benito.

Los magistrados de la Sección Sexta de esta Sala tienen ante sí la sensible papeleta de revisar una apelación sobre una postura avalada por la misma Sala de Gobierno del alto tribunal. Y la respuesta de momento ha sido favorable al nombramiento de Mozo, primero con el rechazo de las medidas cautelarísimas reclamadas y este miércoles con la petición de cautelares, ya que Olea buscaba suspender de forma cautelar la designación de su colega en el Consejo mientras se resuelve el fondo del asunto.

Sin embargo, para los integrantes de la Sección Sexta no hay motivos de urgencia para apartar a Mozo ahora y dejan la decisión final para la sentencia, que se alargará algunos meses coincidiendo con la prolongada interinidad del CGPJ, camino de los cuatro años en diciembre y el motivo de la dimisión de Lesmes por el bloqueo de las negociaciones entre PSOE y PP.

Mozo, actual magistrado de la Audiencia Nacional, fue elegido con el apoyo de 16 de los 18 vocales al ser el integrante de mayor edad. Su designación, no obstante, dio lugar a una bicefalía entre el Consejo y el Supremo, cuyas presidencias ejerce habitualmente una misma persona. Este conflicto fue resuelto por los letrados del Supremo, partidarios de que fuera Marín Castán, pero el CGPJ desoyó sus conclusiones en un claro desaire al alto tribunal.

De forma previa a resolver hoy las medidas cautelares de los recursos, la Sección Sexta acordó mantener al magistrado José Manuel Bandrés en el tribunal, después de que fuera el candidato elegido por el bloque progresista del Consejo para el Tribunal Constitucional (debería haberse renovado por ley el pasado septiembre y sigue a la espera de que los conservadores designen a su magistrado). Bandrés había optado por abstenerse de esta deliberación después de que el secretario del CGPJ apuntara a un posible conflicto de interés, pero sus compañeros del tribunal lo han rechazado de plano.

Tras la decisión de Supremo sobre Mozo, el Gobierno volvió a hacer este miércoles un llamamiento a los vocales conservadores del Consejo para que no pospongan más la designación de sus magistrados en el tribunal de garantías. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, apeló en La Sexta al "prestigio" que los llevó a formar parte del órgano de gobierno de los jueces para pedirles que dejen de dar largas a una renovación que exige la propia ley. "Mañana tienen una oportunidad -dijo- y espero que la aprovechen".

La parálisis del CGPJ tiene de alguna forma maniatado al Ejecutivo para realizar, a su vez, sus dos nombramientos y propiciar un cambio de mayorías a favor de los magistrados progresistas, La Constitución dice que el TC se renueva por tercios y el tercio que ahora toca designar corresponde a partes iguales al Consejo y al Gobierno. No obstante, Sánchez llega meses amagando con no esperar más y presentar a sus candidatos algo que produciría un nuevo choque institucional.