Imagen de la tumba de Franco en el Valle de los Caídos tras la pintada Efe

El Supremo confirma la absolución del artista que pintó una paloma en la tumba de Franco

Hurtado, el mismo juez que acusa a García Ortiz, da la razón a la Fiscalía y sostiene que «no puede afirmarse que la acción del acusado impidiera el ejercicio de la libertad religiosa»

Martes, 28 de enero 2025, 10:45

El Tribunal Supremo confirma la absolución de Enrique Tenreiro, el artista gallego que el 31 de octubre de 2018 pintó sobre la lápida de Francisco Franco en la Basílica del Valle de los Caídos una paloma de la paz con el texto «por la libertad». ... La Sala de lo Penal ha desestimado el recurso de casación presentado por la Asociación para la defensa del Valle de los Caídos contra el artista al entender que no puede afirmarse que la acción del acusado «impidiera el ejercicio de la libertad religiosa de quienes pudieran asistir a la Basílica, para una celebración que todavía no había comenzado».

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Se da la circunstancia de que el ponente de este fallo, que hace suyo en su totalidad el alegato de la Fiscalía, ha sido el magistrado Ángel Luis Hurtado, el mismo que este miércoles interrogará como imputado al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un delito de revelación de secretos en el caso del novio de Isabel Díaz Ayuso.

El Supremo confirma así la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ratificó a su vez la dictada por la Audiencia de Madrid que absolvió al acusado de los delitos contra la libertad de conciencia y de profanación y daños en tumba, y considera que dicha conclusión fue «razonable y motivada».

Los hechos probados de la sentencia confirmada señalan que «el 31 de octubre de 2018, sobre las 10,55 horas, el acusado accedió a la Basílica del Valle de los Caídos cuando aún no había empezado la misa cuya celebración estaba prevista a las 11 horas, «y sin que conste que tuviera intención de interrumpirla sino de hacer expresión de sus ideas sobre la presencia de la tumba de Francisco Franco en dicha Basílica, procedió a pintar sobre la misma y en color rojo una paloma de la paz con el texto «por la libertad» exponiendo en voz alta tras realizar la pintura la expresión «por la reconciliación de los españoles» que consideraba afectada por la situación de la tumba en dicho lugar».

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El Supremo reconoce que efectivamente la misa estaba por comenzar, ya que en el momento de la pintada «se encontraban saliendo por un lateral los niños de la Escolanía» si bien Enrique Tenreiro no «se apercibió de su presencia, ni la de los sacerdotes celebrantes que aún no habían llegado al altar mayor».

El Supremo desestima todos los motivos de recurso de la Asociación para la defensa del Valle de los Caídos. Destaca que la valoración de la prueba realizada por la Audiencia fue razonable, lo mismo que el juicio de revisión realizado por el Tribunal Superior madrileño, sin que quepa modificar los hechos probados, donde no se aprecian presupuestos para condenar al acusado por ninguno de los delitos que consideraba el recurrente.

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Modificación «fáctica»

La sentencia indica que la parte recurrente pretendía una modificación fáctica para que se declarase que los hechos se produjeron «cuando estaba comenzando la misa», en lugar de «cuando aún no había comenzado», y que se añadiese que «se realizaron con la intención de ofender tanto la memoria del difunto Francisco Franco pasando por encima de los sentimientos religiosos de las personas allí presentes y de todos aquellos que iban a celebrar la misa», en lugar de «y sin que conste que tuviera intención de interrumpirla sino de hacer expresión de sus ideas sobre la presencia de la tumba de Francisco Franco en dicha Basílica», que es lo que se declaró probado.

Añade el alto tribunal que carece de inmediación para la valoración de pruebas de carácter personal, necesario cuando se trata de ponderar intenciones, »lo que hace inviable colocar en los hechos probados esa «intención de ofender» que trata de introducir el recurrente, fundamental de cara el juicio de subsunción en cualquiera de los artículos cuya aplicación pretende el recurrente».

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