Ábalos acepta finalmente declarar el jueves y el Supremo le vuelve a citar para ese día

Casi acto seguido de recibir el escrito con el rapapolvo del juez, la defensa aceptó la fecha primigenia, a pesar de sus quejas iniciales por la falta de tiempo para estudiar toda la causa, a la que en los últimos días se han unido las nuevas acusaciones de De Aldama a varios miembros del Gobierno.

En ese escrito que provocó la inmediata reacción del abogado de Ábalos, el juez explicaba que, en este tipo de declaración voluntaria que permite el artículo 118 de la ley de Enjuiciamiento Criminal, al aforado le corresponde la decisión de comparecer o no ante el Tribunal, pero ello no significa «que pueda hacerlo en el momento que considere más oportuno, determinando, también libérrimamente el tempo de las actuaciones».

Básicamente, el argumento central del juez para denegar el aplazamiento de la declaración voluntaria era que de este trámite depende la «decisión pertinente acerca de elevar o no el correspondiente suplicatorio» y esta decisión clave en esta causa judicial –explica el instructor «no puede (ni debe) quedar suspendida hasta tanto aquel (Ábalos) considere llegado el momento oportuno para prestar su declaración voluntaria».

Según el juez del Supremo, aceptar el aplazamiento y fijar una nueva fecha que le convenza más al hoy diputado del Grupo Mixto, «no solo daría pábulo al surgimiento de eventuales dilaciones indebidas», sino que además podría «perjudicar también seriamente la eficacia de la investigación, que solo se podrá dirigir en términos inculpatorios respecto de la persona aforada a partir del momento en el que el suplicatorio resultara concedido por la cámara de la que el aforado forma parte».

El que fuera hombre fuerte del Gobierno de Pedro Sánchez y mano derecha del presidente en el PSOE había solicitado el jueves el aplazamiento de su declaración voluntaria alegando la complejidad de la causa y el escaso tiempo disponible para instruirse de la misma.

El letrado Aníbal Álvarez aseguraba en un escrito que le resulta a «todas luces imposible» el «estudio y preparación» del interrogatorio de su defendido para el jueves. Y alegaba que tanto la «extensión de la causa» como los problemas informáticos para acceder a toda la documentación le impedían prepararse la defensa en condiciones, por lo que pedía «otro señalamiento» para poder facilitar que el exministro «conteste a todas las preguntas que se formulen» con «todas las garantías para el ejercicio de su defensa».

La petición de aplazamiento de la comparecencia voluntaria de Ábalos, que se personó en la causa el pasado 12 de noviembre, se produjo poco después de que el miércoles de la pasada semana De Aldama presentara un escrito de 37 páginas con anexos para tratar de incriminar a Ábalos en el cobro de comisiones por la adjudicación de obra pública en autovías repartidas por toda España.

Ante estas alegaciones de falta de tiempo, el juez, en el escrito de este lunes que hizo cambiar de opinión en tiempo récord a la defesa de Ábalos, recordaba que el aforado «no está ni siquiera obligado a comparecer (nunca lo estará a declarar) « a esta comparecencia voluntaria que le brinda la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Por ello, el instructor Leopoldo Puente» juzgaba preferible «para garantizar el derecho de defensa apostar por el suplicatorio a la Presidencia del Congreso de los Diputados antes de tomarle declaración, que activar este trámite «tras oírle voluntariamente en declaración en un momento que considera prematuro».

En cualquier caso, aclaraba el instructor a Ábalos, el hecho de no declarar de manera voluntaria antes de activar el suplicatorio «no comporta, en modo alguno y por descontado, reconocimiento implícito de los hechos que se le atribuyen». Y tampoco se puede sacar ninguna «inferencia» de que se haya producido ese interrogatorio voluntario.

El juez Leopoldo Puente, además, daba otra razón de peso para negarse a posponer la declaración voluntaria: no «resultaría adoptable en el futuro medida cautelar alguna que asegurase su comparecencia, por definición, voluntaria» si nuevamente se negase a declarar. «Por las mismas razones, o por otras, que mostró su voluntad de comparecer inicialmente en la fecha señalada, retractándose de ello unos días más tarde, esta misma situación podría reproducirse. Y ello no solo perturbaría el buen orden del proceso, provocando, a su discreción, dilaciones que habrían de reputarse indebidas, sino que podría también perturbar el buen fin y la eficacia de la investigación», insiste el juez.

El instructor subrayaba que la negativa a una nueva fecha para la declaración voluntaria «en ningún caso limita o restringe el derecho de defensa del aforado». Porque si finalmente no se eleva suplicatorio « ningún procedimiento que desembocara en su inculpación o procesamiento tendría lugar». Y si por el contrario se tramita ese suplicatorio, como todo apunta, «el señor Ábalos Meco llamado a declarar, en este caso ya con el estatus pleno del investigado en un proceso penal y con obligación de comparecer». Y, además «podrá hacerlo, además, con ese mismo estatus, a petición propia en cada ocasión que lo precise», resalta Puente.