La asamblea de Sumar condena a Díaz a un eterno equilibrismo entre partidos

Ese fue el principal tema de conversación durante la jornada vivida en La Nave, el recinto industrial del madrileño barrio de Villaverde reconvertido en espacio multiusos y que este sábado acogió el primer congreso de Sumar. En su primer documento organizativo los de Díaz rehuyen del «hipercentralismo» y apuestan por reforzar sus lazos territoriales. Definen como fuerzas comprometidas con su construcción orgánica a IU, los comunes, Más Madrid, Verdes Equo, Contigo Navarra (coalición electoral donde participa Podemos) e Iniciativa del Pueblo Andaluz.

Mientras, otras fuerzas que formaron parte de la coalición a las generales del 23-J no se vinculan en la organicidad de Sumar y quedan como aliados electorales, como los casos de Compromís, Més per Mallorca, Chunta Aragonesista y Drago Canarias. «No es posible basar la construcción de Sumar ni en la uniformidad ni en una simple coalición de fuerzas políticas de diverso ámbito que se coaligan por unas elecciones generales», reconocía el coordinador de la ponencia organizativa de Sumar, Lander Martínez.

Dentro de este modelo asimétrico, además, los comunes de Ada Colau –que encabezó una nutrida representación de su partido en la asamblea– verán respetada su autonomía polítia y la plataforma de Díaz no se desarrollará en Cataluña con marca o estructuras propias. Los dirigentes de En Comú, en cambio, sí participarán en la cuota del 30% que Díaz reserva en la Ejecutiva central el partido a las organizaciones aliadas. No en vano, el portavoz de la coalición magenta y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, o el dirigente y mano derecha de la líder gallega, Josep Vendrell, representan esta corriente.

Un acuerdo similar al alcanzado con Más Madrid, que consideraban que su fuerza –son el primer partido de oposición al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso– radica en la ausencia de «tutelas» centralistas. un problema que, creen en su diagnóstico, lastró a Podemos hasta hacerlo desaparecer de la Asamblea madrileña. La vicepresidenta segunda, tras recibir el malestar del partido liderado por la minista de Sanidad, Mónica García, ha reunciado a implantarse en dicha comunidad como federación.

Pero en este delicado equilibrio, del que Díaz ha hecho un estilo de hacer política desde el nacimiento de Sumar, la concesión ha generado cierto malestar en otra formación, en este caso estatal, Izquierda Unida. El coordinador de la formación en Madrid, Álvaro Aguilera, insistió este sábado en que desconocen el acuerdo alcanzado entre a vicepresidenta y Más madrid, pero advirtiendo qu dejarles fuera de esta comunidad equivale a dejarles «fuera del Estado».

En el caso de la Comunidad Valenciana, Díaz queda libre de ataduras con Compromís para implantar su marca en dicho territorio, pero ha aceptado una cláusula de no competencia electoral en su ponencia organizativa. Un hecho similar al que ha sucedido con Més en Baleares.

Como colofón a la jornada, Díaz intervino en el acto de cierre, ya con su lista refrendada por el 81,56% de los votos:«Hoy damos un paso más, por fin tenemos una dirección, una tesis política. Vamos a por nuestro objetivo, levantar un proyecto de país. Sumar ha venido para quedarse».