El pulso abierto entre PP y Cs entrega al PSOE la alcaldía de Granada

El exregidor de Ciudadanos, Luis Salvador, y su último edil leal, José Antonio Huertas, cumplieron su amenaza y entregaron el bastón de mando a Francisco Cuenca, que está investigado en una pieza de los cursos de formación de la Junta de Andalucía, contraviniendo las órdenes de la dirección de no hacerlo. Un claro gesto de rebeldía -llevaban días sin responder a las llamadas de Madrid- por el que la formación liberal ha iniciado los trámites para su expulsión. «Lamentamos la postura de estos dos concejales, pero mucho más la del PP, que fue quien desató la crisis», aseveró el vicesecretario de Ciudadanos, Edmundo Bal.

En la cúpula naranja no dudan en vincular la operación de Granada con el actual dirigente popular y ex secretario de Organización del partido, Fran Hervías. Desde su desembarco en Génova, el que fuera uno de los hombres fuertes de Albert Rivera se ha encargado de dirigir la OPA hostil contra Ciudadanos para terminar de darle la puntilla a Arrimadas. «Los granadinos no merecen que ni las malas prácticas, ni las 'vendettas' personales estén por encima de su interés general», lamentan en la dirección liberal.

Los puentes entre ambas formaciones saltaron por los aires en marzo tras la fallida moción de censura en Murcia para arrebatar el Gobierno autonómico al popular Fernando López de Miras. Y, tras Granada, parece casi imposible recomponerlos. Las direcciones nacionales se acusan mutuamente de mentir y no coinciden en la versión de lo que realmente ha ocurrido en la ciudad nazarí. Sea como fuere ya no hay vuelta atrás. El bastón de mando está en manos del PSOE, que contó para la investidura de Cuenca con el respaldo de sus diez concejales, los tres de Unidas Podemos y los dos de Ciudadanos.

La inestabilidad llegó a Granada después de que quien fue candidato y presidente del PP granadino, Sebastián Pérez, anunciara su baja del partido y su salto como no adscrito en protesta porque el regidor de Cs no daba paso a los populares en la alcaldía en el ecuador del mandato. Poco después, la formación conservadora anunciaba su salida del equipo de gobierno y la retirada total de su apoyo, dejando solo a Salvador, que negaba cualquier pacto previo y se atrincheraba en el sillón municipal. Tras tres semanas al frente del Consistorio, con la única compañía de su escudero Huertas, el pasado viernes renunciaba al cargo y anunciaba sus intenciones de investir a Cuenca. Pese a lo rumores, el liberal asegura que entre sus planes no está, de momento, ocupar un cargo con el PSOE.