El soberanismo alternativo a JxCat se presentará a las elecciones catalanas con un nuevo partido

Tratan de recuperar la vieja Convergència, partido nacionalista, que estaba a favor de la independencia pero no abrazaba las posiciones partidarias de la unilateralidad de la actual JxCat. La independencia es una aspiración «legítima» a la que se ha de llegar «por vías democráticas, cumpliendo con la legislación y renunciando a la unilateralidad», según el documento fundacional de esta nueva formación. El PDeCAT sufre su primera escisión y pierde al sector más moderado del partido, el que aboga, desde el centro derecha, por plantar cara a Carles Puigdemont y volver a recuperar la vía pragmática de CDC.

Está por ver cuál es la fuerza electoral de esta propuesta. Se habla de que podría existir un electorado potencial de unos 300.000 votantes soberanistas moderados de centro derecha, que podrían llegar a representar unos seis diputados (sobre un total de 135). Pascal y los dirigentes del grupo de Poblet confiaban en que Artur Mas pudiera liderar un proyecto nacionalista moderado que compitiera con Puigdemont, pero el expresidente de la Generalitat ya ha cerrado esta puerta y ha apuntado que no encabezará ninguna propuesta que suponga una ruptura en el seno de JxCat. Mas acudió además al acto de Perpiñán, en el que formalizó su apoyo al que fue su delfín.

Días atrás, el secretario general de Units per Avançar, Ramon Espadaler, formación que es heredera de la Unió Democrática de Duran Lleida, dio casi por hecho su acuerdo con el nuevo partido que surja del grupo de Poblet. Units se presentó en las pasadas elecciones en alianza con el PSC.

En el universo de los llamados nostálgicos de CiU, existen otros grupos que aún no han concretado sus intenciones, como es la Lliga Democràtica, que lideran Astrid Barrio o Josep Ramon Bosch, así como Lliures, de Antoni Fernández Teixidó, o Convergents, de Germá Gordó.