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Cristian Reino
Barcelona
Viernes, 20 de septiembre 2019, 21:12
Es una de las imágenes icónicas del 'procés' catalán: los 'Jordis', megáfono en mano y subidos a un 'Patrol' de la Guardia Civil, arengando a miles de personas que se concentraban frente a la sede de la Vicepresidencia de la Generalitat y la Consejería de ... Economía. El 20-S fue el día en que se aceleró el choque entre las instituciones catalanas y las del Estado, poco antes dedel 1-O y el 27-O. Los secesionistas protestaban por la entrada de la Guardia Civil y de la comitiva judicial a un edificio del Gobierno catalán en busca de pruebas sobre la organización del 1-O.
La movilización derivó en cerco, pues los manifestantes impidieron la salida a la comitiva judicial. Por aquella protesta, que el independentismo recordó ayer en su segundo aniversario, Jordi Cuixart y Jordi Sànchez fueron enviados a prisión de forma preventiva con el argumento de que lideraron una protesta «tumultuaria», circunstancia básica para justificar la rebelión.
Dos años después, el secesionismo regresó ayer al lugar de los hechos con una nueva movilización (esta vez solo centenares de personas) para pedir la libertad de los presos y conjurarse para dar una respuesta unitaria a la sentencia del Supremo contra los líderes del 'procés'. Una respuesta, aseguraron, que debe ir en línea de lo que supuso el 20-S. «El 20-S marcó un antes y un después. Por los 'Jordis', tenemos que seguir adelante», aseguró Quim Torra en Twitter. El presidente de la Generalitat no fue a la protesta, pero sí su vicepresidente, Pere Aragonès, el presidente del Parlament, Roger Torrent, y dirigentes de todas las formaciones independentistas.
Durante el acto, organizado por Ómnium Cultural con el apoyo de la ANC, se leyeron textos de Cuixart y Sànchez, que apelaron a la desobediencia y a volverlo a hacer. Cuixart anunció que ha rechazado firmar el programa individualizado de tratamiento que ofrece Administraciones Penitenciarias y, por tanto, no podrá acogerse a «permisos» y deberá cumplir «la pena íntegra» si es condenado. «Entramos en un escenario de lucha antifranquista», aseguró, quien cree que podría estar unos 14 años de prisión y no piensa pedir ningún tercer grado. «La respuesta a la sentencia debe ser un fax al Rey con los nombres de los próximos encarcelados porque volveremos a hacerlo», remató. Ciudadanos calificó el 20-S de «día infame».
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