Pedro Sánchez se fotografía con una militante del PSOE este viernes en un acto del partido en Toledo. EP

Sánchez tira del BOE para marcar agenda ante el 28-M y sepultar la crisis de la coalición

Moncloa planea ir dosificando anuncios en materias en las que cree que el PSOE aventaja al PP, como la vivienda

Domingo, 23 de abril 2023, 01:15

La historia de la coalición entre PSOE y Unidas Podemos es la de un Gobierno obligado a seguir pedaleando para mantenerse en el mismo sitio. En Moncloa esgrimen con orgullo que la que se aventuraba como una legislatura de caos e inestabilidad, con unos socios ... que nacieron para impugnar el régimen del 78 y unos aliados parlamentarios que tienen como principal objetivo la secesión de España, ha acabado alumbrando consensos impensables hace unos años, tres Presupuestos Generales del Estado, una reforma laboral pactada con sindicatos y empresarios, una reforma de las pensiones recibida con paz social y una Cataluña, en palabras del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, «pacificada». Y aún así...

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Recién superada, sin que se haya roto el Ejecutivo, la votación de la iniciativa que más cerca ha estado de hacerlo saltar por los aires –la reforma de la parte penal de la ley del 'sí es si' impulsada por el PSOE en contra de Podemos y respaldada por el PP– el bloque «progresista y plurinacional» se dispone ahora a acelerar la aprobación de la ley de vivienda para poder presentarla como logro en vísperas de las elecciones autonómicas y locales del 28 de mayo. Pero todo eso que el PSOE exhibe como prueba de que ha sabido ser eficaz pese al ruido y Podemos reivindica como evidencia de que solo ellos son el «motor de las transformaciones» no ha bastado para que ninguna de las dos fuerzas que componen el Ejecutivo (ya casi tres) dispare sus expectativas de voto.

Lo que los sondeos contemplan de cara a las próximas generales son trasvases interbloques, pero ni siquiera tan cuantiosos como para que se produzca algo que suele ser habitual en las coaliciones de Gobierno: que el pez grande se coma al chico. En el mejor de los escenarios, a lo que podría aspirar Pedro Sánchez, hoy por hoy, sería a seguir gobernando en coalición con la ayuda de unos compañeros de viaje tan incómodos como ERC y EH-Bildu. Y eso solo si finalmente hay acuerdo entre Podemos y el Sumar de Yolanda Díaz tras las elecciones autonómicas y locales del 28 de mayo para concurrir unidos a las generales;algo en lo que los socialistas confían.

Escoramiento a la izquierda

Algunos dirigentes territoriales del PSOE apuntan a la que consideran la principal razón de ese fenómeno que les impide alzar el vuelo y que podría tener una explicación adicional en el escoramiento a la izquierda por el que apostó Pedro Sánchez tras la derrota en las andaluzas; precisamente, las cesiones a los partidos independentistas (el acercamiento de presos de ETA al País Vasco y, sobre todo, la derogación de la sedición). Hablan por experiencia, porque sus números de cara la próxima cita con las urnas han mejorado respecto a noviembre y diciembre, ahora que la reforma penal pactada con Esquerra ha quedado atrás y se ha optado por el PP, en lugar de por esas fuerzas, para corregir el 'sí es sí'.

El Gobierno todavía tiene que lidiar con asuntos espinosos como el elevado coste de los alimentos o las subidas de los tipos de interés, pero con las grandes iniciativas legislativas pendientes ya aprobadas o encarriladas, superada la pandemia, los datos de crecimiento y empleo a favor, los precios de la energía contenidos pese a la guerra en Ucrania y la perspectiva de la presidencia europea, que España asumirá en el último semestre del año, los socialistas se ven en mejores condiciones para tomar las riendas de su destino. Y desde Moncloa avisan: «Trabajamos para el PSOE».

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Eso significa, entre otras cosas, que si en algún momento pareció que daban carrete a Yolanda Díaz en su pugna con Podemos, ahora, cuando el CIS apunta a que la plataforma de la vicepresidenta sería capaz de captar a un 7,8% de quienes les votaron en 2019 –medio millón de personas– se van a hacer a un lado de manera ostensible. «Seremos meros espectadores», aseguran. Pero también implica que, como ya ha quedado demostrado, Sánchez está decidido a tirar de BOE, por lo pronto, en lo que queda de campaña del 28-M, y liderar la iniciativa.

Todo está diseñado para ir dosificando anuncios –como el del pasado domingo de movilizar 50.000 viviendas de la Sareb para alquiler asequible o el del miércoles de financiar la construcción de otras 43.000 casas con idéntico fin– para marcar agenda. A pesar de que la propia vicepresidenta económica, Nadia Calviño, se encargó de matizar el martes que solo 9.000 inmuebles del 'banco malo' están listos para entrar a vivir, en la dirección del PSOE presumen de haber generado, tanto con esta cuestión como con la de Doñana y el medio ambiente, un «marco perdedor» para el PP y miran con optimismo a unos comicios autonómicos en los que, no obstante, volverán a estar al albur de la resistencia de sus aliados. Especialmente, Podemos.

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