Sánchez reforma la «estructura de Presidencia» para tratar de acallar la polémica sobre el Falcón

La forma en la que ha decidido Moncloa de intentar desligar el uso del Falcon de la voluntad personal del presidente ha sido la reforma por real decreto el pasado martes de la «estructura de Presidencia de Gobierno» aprovechando la entrada del nuevo gabinete tras la investidura.

Ese texto, que apenas introduce cambios técnicos con respecto a los organigramas de los últimos años, sin embargo sí que incluye una variación importante en su artículo 7, que establece las funciones del Departamento de Seguridad de Presidencia. En ese precepto se incluye de forma expresa un nuevo epígrafe que fija que el trabajo de garantizar la protección del jefe del Ejecutivo también «conlleva determinar los medios de transporte oficiales más adecuados para garantizar la seguridad integral del presidente del Gobierno en todos sus desplazamientos».

La controversia por la supuesta excesiva utilización de los medios aéreos del Estado (particularmente el Falcon, pero también del helicóptero Super Puma) por parte del presidente para viajes privados o de partido viene casi desde el inicio de su presidencia. En julio de 2018, solo un mes después de llegar a la Moncloa, usó el Falcon para una visita institucional al ayuntamiento de Castellón de la Plana, donde se citó con la alcaldesa, Amparo Marco, y mantuvo una reunión informal con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pero luego, acompañado de su mujer, se fue al Festival de Benicassim donde actuaban The Killers.

La filtración de que el recién llegado presidente se había ido en avión a un concierto provocó un fuerte revuelo que, además, coincidió con la publicación por parte de Moncloa de las fotos en las que Sánchez aparecía en el interior del Falcón con gafas de sol emulando una famosa fotografía de Kennedy.

Desde entonces siempre se ha mirado con lupa cada uno de sus desplazamientos en los medios del Ejército del Aire, aunque Pedro Sánchez siempre ha sostenido que los usa tanto como sus antecesores en el cargo. Las preguntas al Portal de Transparencia durante los últimos años sobre costes reales y número de viajes han sido continuas, pero también las quejas por el hecho de que el Ejecutivo se escude siempre en cuestiones de seguridad para no desvelar cifras exactas y desplazamientos. El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) ha exigido al Gobierno en innumerables ocasiones desde 2018 que aporte información más detallada sobre el uso de estos medios.

Las cifras, siempre parciales, que van filtrándose gracias a las webs de seguimiento 'on line' de aeronaves, en preguntas parlamentarias o a través del Portal de Transparencia revelan que el año pasado el Gobierno, no solo Sánchez, batió todos los récord de viajes con 158 vuelos, un 29% más que el año anterior. En 2021, el presidente hizo despegar 54 veces el Falcon o el helicóptero para asistir a actos del PSOE.

Este mismo año, el jefe del Ejecutivo ha hecho un uso muy extendido de los medios del Ejército del Aire para asistir a diferentes mítines electorales en, al menos, Andalucía, Cataluña, País Vasco y Galicia, aunque siempre con la inclusión en la agenda de algún acto público por la zona.