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A Pedro Sánchez le salen de media más diez ministros por año. En el lustro que lleva como inquilino en la Moncloa ha nombrado hasta 51 titulares de cartera, los últimos nueve tras la constitución de su nuevo Gobierno surgido de las generales del 23 ... julio. De todos los elegidos solo seis se mantienen en sus puestos desde el que se bautizó en junio de 2018 como el «Ejecutivo bonito», el único equipo antes de la coalición en el que tuvo plena libertad para elegir a todos sus ministros y del que surgió un batiburrillo en el que se mezclaban sus más fieles dentro del PSOE, independientes, juristas de renombre o un presentador de televisión. Los únicos supervivientes son Nadia Calviño, Teresa Ribera, María Jesús Montero, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska y Luis Planas. Forman un núcleo duro dentro del Gobierno al que tras las sucesivas crisis ministeriales se han ido sumando José Luis Escrivá, Pilar Alegría, José Manuel Albares y, sobre todo, Félix Bolaños.
A modo de comparación, en sus siete años de Gobierno, Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero nombraron 25 y 41 ministros, respectivamente. Sánchez les supera ya de largo aún habiendo residido hasta ahora dos años menos en Monclos. Y, como todo parece indicar, el 1 de enero, si Calviño logra la presidencia del Banco Europeo de Inversiones, la cifra de ministros se incrementará.
Tanta es la confianza de Sánchez en su círculo más cercano que incluso ha llegado a mirar hacia otro lado ante errores y negligencias de gran calado por los que otros hubieran enfilado de inmediato hacia la puerta de salida del Consejo de Ministros. Ocurrió con Robles cuando anunció el cese de la venta de armas a Arabia Saudí ante la perplejidad de la industria bélica nacional. O con Grande-Marlaska, el ministro más reprobado por el Congreso de la 'era Sánchez' por sucesos como el de la tragedia de Melilla en la que decenas de inmigrantes murieron asfixiados junto a la valla fronteriza ante la pasividad de las fuerzas de seguridad españolas.
A modo de justificación, aunque sea solo en parte, juega a favor de Sánchez que tras enero de 2020 los suyos han sido los únicos gobiernos de coalición desde la Segunda República. También es cierto que en cuanto a número de sillas en torno a la mesa del Consejo de Ministros le supera el que lideró Adolfo Suárez entre 1979 y 1981. El primer presidente tras la recuperación de la democracia no gobernó en coalición aunque sí debió lidiar con una amalgama de conservadores, democristianos, centristas y socialdemócratas que conformó la Unión de Centro Democrático (UCD) y en la que cada corriente exigió tener voz propia dentro del gabinete.
La Constitución establece que los integrantes del Consejo de Ministros son elegidos por decisión exclusiva del presidente del Gobierno. Sánchez, no obstante, se vio impelido en 2020 a aceptar los nombres de Unidas Podemos que Pablo Iglesias le puso sobre la mesa como ahora ha hecho también en 2023 con los que le ha dictado Yolanda Díaz.
Aunque sin éxito, Ione Belarra e Irene Montero lo destacaron sin tapujos tras sus rechazó a que se entregase un ministerio a su compañero de filas Nacho Álvarez . «Los ministros de Podemos los elige Podemos», que no Pedro Sánchez, señalaron las dirigentes de la formación morada. El resultado es que, tras la guerra fratricida dentro de la coalición izquierdista, la vicepresidenta segunda es la única superviviente que se mantiene en el cargo desde enero de 2020. Por el camino se han quedado el propio Iglesias, Ione Belarra, Irene Montero, Alberto Garzón, Manuel Castells y Joan Subirats.
En lo que se refiere a la permanencia en el cargo tampoco mejoran las estadísticas la fugacidad al frente de algunas carteras. El mejor ejemplo es Máximo Huerta, quien apenas duró en Cultura una semana tras destaparse que había sido condenado por defraudar a Hacienda. Solo tres meses después dimitió como titular de Sanidad Carmen Montón, una socialista de pura cepa a la que se le descubrieron supuestas irregularidades en la obtención de un máster en la madrileña Universidad Rey Juan Carlos.
En esta última remodelación de Gobierno el presidente ha incorporado nueve caras nuevas, lo que se traduce en un 41% de nuevos miembros en el Consejo de Ministros. Cuatro de los que se estrenan son de Sumar, cuya renovación a fondo ha afectado sin duda a que Sánchez bata otro récord como jefe del Ejecutivo.
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