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Pedro Sánchez solo tiene intención de participar en un único debate electoral que deberá celebrarse, además, el lunes 4 de noviembre. Así lo ha decidido el Comité Electoral del PSOE, que considera que su candidato debe medirse a los líderes de PP, Ciudadanos, Unidas ... Podemos y Vox.
El jefe del Ejecutivo ya quiso debatir con Santiago Abascal en la campaña del 28-A. No lo permitió la Junta Electoral Central que vetó al presidente de Vox porque por entonces no contaba con representación parlamentaria.
La decisión de los socialistas choca con las pretensiones de Albert Rivera y Pablo Iglesias, que aspiraban a celebrar al menos de dos debates. Si finalmente lo hacen, uno de ellos no será con el presidente del Gobierno en funciones. El PP acepta el debate a cinco, aunque opta por que se celebre el 5 de noviembre, día que se conocen los datos del paro.
Al tratarse de una repetición electoral, y como ya ocurrió en 2016, la campaña de cara al 10-N se prolongará solo una semana en vez de las dos habituales.
Pablo Iglesias está dispuesto a debatir las veces que sea, aunque esta mañana ha descartado en una entrevista en RNE un cara a cara con Íñigo Errejón. El candidato de Unidas Podemos ha asegurado que no caerá en el morbo de medirse con su exnúmero dos para mostrar las diferencias entre dos listas que compiten por el mismo electorado.
En cualquier caso, el líder de la formación morada sí se ha mostrado partidario de que Errejón participe en el debate con el resto de candidatos de los grandes partidos, algo que, con el precedente de Vox el 28-A, seguro que impedirá la Junta Electoral Central.
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