Sánchez anuncia una reforma para evitar el bloqueo político para elegir presidente

Sánchez ha insistido en que «es inadmisible» que se repita en el futuro la falta de un gobierno que no esté en funciones ante la imposibilidad de realizar una elección efectiva. Sin embargo, cualquier cambio en el método (consultas al Rey, proclamación real de candidato, primera sesión de investidura con mayoría absoluta y segunda con mayoría simple) precisa de un cambio constitucional, ya que es esta la norma que determina todo este proceso. Se trata de una propuesta en la que Sánchez ya había insistido en los últimos meses.

El presidente del Gobierno en funciones ha insistido en su último discurso antes de que se lleve a cabo la votación definitiva de su investidura que la coalición de gobierno pactada entre PSOE y Unidas Podemos «es la única posible después de cinco elecciones, dos de ellas generales, en el último año» en las que los socialistas han vencido en todos esos comicios.

Sánchez ha recordado que la alternativa a los 155 diputados que suman su grupo y el liderado por Pablo Iglesias es «una suma de resultados tan heterogénea que solo comparte el bloque y el no». Además, les ha acusado de «ir cambiando de argumento» para mostrarse en contra de su elección durante los últimos meses, lo que ha provocado numerosas risas entre los diputados de la bancada del PP, Vox y Ciudadanos. «Comprendo la frustración que tienen», les ha advertido, porque «lo han intentado todo» para que la investidura no salga adelante, en referencia a las campañas de presión sobre determinados diputados del PSOE para que rompan la disciplina de voto y apuesten por el 'no', al igual que ha ocurrido contra el diputado de Teruel Existe.

A pocos minutos de la votación, Sánchez se ha mostrado seguro de que en poco menos de una hora será investido presidente del Gobierno con más votos afirmativos que negativos, como exige la Constitución. «Si una mayoría me respalda, el bloqueo se reomperá y por tanto volverán a fracasar», les ha avisado. A renglón seguido, les ha aconsejado «no seguir en el berrinche» porque daña a la convivencia, crea crispación y lleva a la frustración. «Acepten el resultado que han decidido los españoles y la mayoría parlamentaria», les ha indicado.

En la última parte de su discurso de apenas 10 minutos, como marca el reglamento del Congreso para esta sesión, Pedro Sánchez ha desgranado algunas de las medidas que el Ejecutivo pondrá en marcha si es elegido: subida del salario mínimo, derogación de parte de la reforma laboral, extensión de derechos, igualdad de género o subidas de impuestos a quienes más cobran, entre otras.

Para la cuestión catalana ha dejado un apunte que marca un límite de cara a la mesa de negociación que se establecerá entre el Gobierno y la Generalitat. «Viviremos un tiemop de diálogo necesario para superar los contenciosos dentro de la Constitución».

Al terminar su discurso, Sánchez ha llevado al Congreso la figura del que fue presidente de la República, Manuel Azaña. «Se comprobará una vez más lo que nunca debio ser desconocido, que todos somos hijos del mismo sol y tributarios del mismo río». A continuación ha finalizado su discurso con otra: «Nadie tiene el cho de monopolizar el patriotismo», mientras algunos diputados han lanzado algunos 'Viva el Rey'.