El presidente vaticina el archivo de la causa sobre su mujer pero el PP le forzará a ir al Senado

Alberto Núñez Feijóo anunció, concluido el debate y ya en la sesión de control al Gobierno, que su partido llamará a comparecer al jefe del Ejecutivo sobre este mismo asunto en el Senado, donde hay abierta una comisión de investigación sobre los contratos públicos realizados durante la pandemia. «Me han convocado a hablar de mi esposa y aquí estoy. ¿Me quiere llamar a declarar en el Senado?, ¡Encantado! ¿Que quiere llamar a mi esposa? Será su responsabilidad, pero también encantado. Si no tenemos nada que ocultar...», le había retado el presidente en su intervención previa. «Mi mujer es una profesional honesta y el mío es un Gobierno limpio».

Sánchez, que en algún momento de su intervención mencionó el citado informe de la UCO, dio por sentado que las diligencias abiertas en un juzgado de Madrid a raíz de una denuncia del pseudo sindicato Manos Limpias acabará siendo archivada y situó las exigencias de más explicaciones de los populares dentro de una estrategia de «servilismo» a «cierto círculo de poder», al que evitó poner nombres y apellidos, y que, dijo, solo busca su desprestigio como exponente de unas políticas progresistas de «éxito». «La máquina del fango busca quebrarme, pero ya les digo –advirtió un mes después del polémico retiro de cinco días en el que «reflexionó» sobre su dimisión– que van listos».

En su primer discurso, el presidente recordó que la Audiencia Nacional ha dicho ya, hasta en dos ocasiones, que con la información existente «no da» para citar a su esposa como testigo en el 'caso Koldo'. También remarcó que la Oficina de Conflictos de Intereses a la que recurrieron tanto el PP como Vox consideró que no había nada que investigar. Pero Feijoó lo acusó de ser poco transparente y de haber unido en un mismo debate asuntos tan dispares como el de su mujer con el reconocimiento del Estado de Palestina, Gibraltar o los acuerdos del último Consejo Europeo para diluir sus responsabilidades.

El líder de la oposición se hizo además eco de la decisión del juez Juan Carlos Peinado de seguir adelante con las pesquisas ya iniciadas para rechazar que el asunto pueda darse por finiquitado. Y tampoco perdió la ocasión de lanzar un dardo más personal al presidente al acusarlo de haber sido él quien ha situado a su mujer en una situación delicada. «La puso bajo el foco de su drama adolescente» ironizó en alusión al episodio de su encierro en la Moncloa, primero, y su choque con el presidente argentino, Javier Milei, derivado en serio conflicto diplomático, después.

El Gobierno asegura ahora que no tiene intención de continuar una escalada que ya le ha llevado a retirar de manera permanente a la embajadora en Buenos Aires, María Jesús Alonso, en un gesto sin precedentes. Pero termine como termine, el asunto se coló ayer en el Hemiciclo y, por supuesto, ya forma parte del marco que pretendía fijar el PSOE para las europeas del 9 de junio.