Sánchez elude el cuerpo a cuerpo con Podemos por el 'solo sí es sí'

El presidente del Ejecutivo -que participaba en la presentación de la candidatura de la aún ministra de Turismo, Reyes Maroto, a la Alcaldía de Madrid- no ha hecho referencia alguna a la controversia que viene marcando la semana y se ha limitado a ensalzar la acción de su Ejecutivo en la actual crisis económica. Un silencio que envía un mensaje implícito: Sánchez, que es quien ha dado la orden de modificar la ley, no va entrar al duelo directo con sus socios ante el riesgo de desgaste propio y del Gobierno.

El líder socialista tiene que lidiar con una reforma técnicamente compleja que pretende lanzar con inmediatez -aunque los plazos negociadores de han dilatado hasta el inicio de la próxima semana- y con la propia amenaza de que el PSOE registrará su proposición de ley en el Congreso, con o sin la firma de Unidas Podemos. En medio, el PP ha introducido una incómoda cuña al ofrecer sus votos a Sánchez, prescindiendo de los morados, para revertir los preceptos que han conducido ya a la rebaja de penas para 400 delincuentes sexuales condenados.

Hoy, el presidente del Gobierno ha optado por ignorar las apelaciones, muy críticas en algunos casos, de sus aliados y cargar contra la derecha. Así, y como viene siendo recurrente en sus mítines de esta precampaña, se ha focalizado en el discurso socioeconómico, centrándose en realzar la acción de su Ejecutivo contra la crisis derivada de la guerra en Ucrania con la llevada a cabo en el pasado y ante otros trances de dificultad por el Partido Popular. «Con la respuesta neoliberal se tardaron los niveles previos de empleos diez años, mientras que nosotros hemos tardado dos».

No obstante, Sánchez hoy ha vuelto a cargar contra el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, asegurando que el PP lo único que ha hecho en el último año es cambiar de fachada -en referencia a la marcha del anterior presidente, Pablo Casado, y la llegada del exlíder gallego-. «Lo que no tiene remedio es esta oposición. Habrá cambiado de fachada, pero por dentro continúan igual o peor».