Sánchez critica el exceso de «testosterona» de una oposición sin escrúpulos

Ha sido durante su intervención en un mitin en València, en el que se han presentado a los candidatos a las alcaldías de municipios valencianos de más de 20.000 habitantes, junto al secretario general de los socialistas valencianos y president de la Generalitat, Ximo Puig; la secretaria general del PSPV-Valencia, Mercedes Caballero, y la candidata a la alcaldía de la ciudad, Sandra Gómez.

Sánchez ha arremetido contra el PP, que se autodefinen como «moderados» y luego «pactan con la ultraderecha», y también ha reprochado a Ciudadanos que se proclame como un partido liberal para después «mercadear» en Andalucía con los derechos y las libertades de las mujeres.

En este punto, y tras reafirmar el compromiso de los socialistas con las mujeres, ha advertido de que, en pleno siglo XXI, quien plante batalla a las mujeres como proyecto político acabará expulsado de la política precisamente por ellas.

«Mientras exista el PSOE, aquí estamos para ayudar a la defensa de sus libertades y sus derechos (...) Mientras haya un socialista, habrá gobiernos feministas», ha prometido.

Junto a su acuerdo con Vox para gobernar en Andalucía, Sánchez ha criticado a PP y Cs por su postura sobre la crisis venezolana y se ha quejado de que haya tanto exceso de «testosterona» en una oposición «sin escrúpulos», que «utiliza el dolor del pueblo venezolano para atacar a un Gobierno que, junto con el resto de Europa, lo que está pidiendo son elecciones democráticas y libres en Venezuela».

También ha querido enviar un mensaje «a la otra izquierda», en alusión a Podemos e IU, a quienes ha dejado claro que «la izquierda nada tiene que ver con Maduro, la izquierda es todo lo opuesto a Maduro en Venezuela».

Centrándose en asuntos domésticos, ha hecho hincapié en que, frente a «tanto patriota que confunde el patriotismo con decir 'Viva España'», el PSOE defiende que «ser patriota es trabajar todos los días para que en España se viva mejor».

«Ahora tenemos tres derechas que compiten por ver quién es peor para defender la unidad de España. La unidad no se defiende confrontando territorios ni crispando a los españoles», ha subrayado Sánchez, para quien la «testosterona» no ayuda en política a resolver los problemas, sino que «los agrava».

Y ha apostillado que «la gran diferencia del PP de antes y el de ahora» es que «antes al menos llegaban, aunque fuera tarde, mal y a rastras», mientras que «ahora no quieren llegar, ahora van para atrás», y entre que «se fundan o se refundan» lo que están haciendo «es fundirse con la ultraderecha y eso es grave».

Ha defendido igualmente la postura del Gobierno de «ley y diálogo» respecto a Cataluña y ha preguntado a aquellos que «identifican el diálogo con una supuesta humillación» si hubiera sido posible la Transición en España sin diálogo.

Reflexiones que le han llevado a constatar que el único partido leal con la Constitución, tanto cuando ha estado en la oposición como cuando ha gobernado, «ha sido y es el PSOE».

Durante su discurso, Sánchez también ha puesto en valor el proyecto de presupuestos generales del Estado (PGE) para 2019 presentado por su Gobierno y ha insistido en que son «buenos» para España y para todos los territorios.

Unos presupuestos, que, según ha detallado, supondrán un 70 % más de inversiones en Fomento para la Comunitat Valenciana, cumpliendo con lo marcado en el Estatuto de Autonomía, y una apuesta por el Corredor Mediterráneo.

Extender la universalización de la educación de cero a tres años, promover un plan de vivienda para mejorar la emancipación de las nuevas generaciones, recuperar el subsidio a los parados mayores de 52 años que «quitó el PP» y fomentar la «justicia fiscal» para avanzar en la «justicia social» son algunas de las medidas que ha destacado de las nuevas cuentas públicas.

Quiere Sánchez también que haya unas «pensiones dignas», que se revaloricen con arreglo al IPC, en contraposición con el PP, que, según su criterio, lo que pretende es «volver a la dictadura del 0,25 %».

Pero de lo que más se «enorgullece», ha confesado, es de que los PGE aumentan las cuantías destinadas a las familias con niños en riesgo de pobreza.

En su arenga final, ha rechazado la nostalgia de pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, seguro de que «el pasado no puede ser el futuro de ninguna sociedad», y ha hecho un llamamiento a la movilización en las elecciones del 26 de mayo «votando a las fuerzas progresistas» para defender una España en «positivo» y no «en blanco y negro».