Sánchez y Casado firman una tregua navideña

El presidente del PP ha reclamado al jefe del Ejecutivo que «deje de jugar a la lotería con el futuro de los españoles» ante la explosión de contagios de la covid y tome medidas en lugar de utilizar a las comunidades autónomas como «escudos humanos» para parapetarse y no tomar medidas. Ha sido un aperitivo de la Conferencia de Presidentes que ha convocado Sánchez a las 16:30 horas de esta tarde.

Casado ha denunciado que la sociedad está «conmocionada» por la virulencia de esa sexta ola y ha vuelto a ofrecer la colaboración del PP aprobar una ley de pandemias para dar cobertura jurídica a las gobiernos autonómicos a la hora de tomar medidas frente a la pandemia. «Qué más tiene que pasar para que usted haga algo», ha preguntado en un remedo del interrogante que lanzó la semana pasada solo que sin el «coño» que colocó hace siete días.

Sánchez ha intentado tranquilizar al jefe de la oposición porque la situación actual «no es la de marzo de 2020», cuando decretó el estado de alarma para hacer frente al estallido inicial de la pandemia. Sugirió que en la Conferencia de Presidentes no se van a adoptar medidas restrictivas de los movimientos y «los padres y madres van a poder celebrar las Navidades con sus hijos e hijas, y los abuelos y abuelas con sus nietos y nietas».

Nada dijo, en cambio, de la enésima oferta de Casado para acordar una ley de pandemias, aunque sí lanzó un dardo a su interlocutor al afearle que «basa todas sus intervenciones en la mentira». Pero fue una excepción el tono más calmado. «Reflexione (estos días) y eche una mano», se ha despedido Sánchez.

El PP, y también Vox, se han reservado el calibre grueso para las vicepresidentas primera y segunda, Nadia Calviño y Yolanda Díaz. Los diputados populares han formulado tres preguntas a la primera, en las que han trufado las críticas a su gestión económica y a su capacidad profesional con denuncias sobre su «insensibilidad» ante los casos de menores tuteladas por la administración que han sido prostituidas. El PP no se olvida de que la vicepresidenta tachó la semana pasada de «desequilibrado» a su líder y se declaró «asqueada» por el tono de la oposición de Casado.

Calviño no ha entrado este miércoles a ese debate y ha reclamado al principal partido de la oposición que salga de «ese bucle destructivo» porque «no se sale del hoyo cavando hacia abajo». Todo esto, mientras desgranaba una ristra de datos sobre la evolución de la economía y las perspectivas de recuperación.

El voltaje ha subido más en el duelo entre la diputada de Vox Macarena Olona y «la ministra comunista», como llama siempre a Yolanda Díaz. La parlamentaria ultraderechista ha reprochado a la vicepresidenta segunda que hubiera viajado a Roma a ver al papa Francisco en un avión oficial cuando la visita era parte de su campaña de marketing personal. Olona ha regalado además a Díaz un programa de su partido con una dedicatoria personal «para Yoli, que aspiraba a ser lideresa mundial y no pasó de 'fashionaria'».

La vicepresidenta segunda ha reprochada a la diputada de Vox que actúe con «mala fe» porque sabe que su visita al Vaticano fue «oficial». Díaz ha señalado que tenía la duda de si Olona actúa «con dolo» (mintiendo a sabiendas), o por «desconocimiento» porque era conocido el carácter oficial de su visita. «Las mentiras tiene patas muy cortas», ha reprochado.