No habrá encuentro entre Pedro Sánchez y Mohamed VI en la Reunión de Alto Nivel (RAN) que España y Marruecos mantendrán este jueves por la tarde en Rabat, la primera de este alcance entre ambos países en los últimos ocho años. Tampoco había sido oficialmente ... anunciado, aunque la posibilidad estuviera sobre la mesa y ya se apuntara a ella como un modo de ratificar la sintonía recuperada el pasado abril cuando sí se reunieron ambos en la misma ciudad. Es, de hecho, lo habitual en las visitas de mandatarios extranjeros al reino alauí.
En cualquier caso, en el Gobierno español se afanan en restar importancia al asunto y destacan que el monarca y el jefe del Ejecutivo ya mantuvieron en todo caso el miércoles una conversación telefónica, en la que se mostraron convencidos de que el encuentro de este jueves será un «éxito». «Eso -insisten - no resta un ápice de importancia a la cumbre».
En la conversación telefónica de 30 minutos - «lo mismo que dura una audiencia», remarcan fuentes gubernamentales- Mohamed VI, que no se encontraba en el país, invitó al jefe del Ejecutivo español a visitar Marruecos «muy próximamente». La Casa Real alauí emitió además un comunicado en el que se felicita de la marcha de esos vínculos y en la que subraya que el futuro encuentro con el rey será una buena ocasión para «reforzar las relaciones bilaterales, a través de acciones concretas marcadas por la eficacia y los proyectos tangibles en ámbitos estratégicos de interés común».
El Partido Popular se apresuró a meter el dedo en el ojo al presidente del Ejecutivo. «No cabe mayor humillación que ceder todo ante Marruecos, ir con medio Gobierno a dar satisfacción, retratarte en el Parlamento Europeo, que le rey no te reciba y que te conformes con que te coja el teléfono -ironizó el vicesecretario institucional de la formación, Esteban González Pons, en un mensaje en redes sociales-. ¿Es libre Sánchez frente a Marruecos que tanto se deja ningunear?».
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se defendió acusando al principal partido de la oposición de no conocer «lo que son las políticas de Estado». «El único ninguneo viene por parte del PP en entender la importancia para Ceuta para Melilla, para Canarias, para España.... de la relación con Marruecos. Y desde luego el Gobierno de España no va a escatimar ningún esfuerzo para defender los intereses de los españoles y para que tengamos con nuestros vecinos, muy especialmente con aquellos con los que tenemos una frontera terrestre, las mejores relaciones posibles», dijo a su llegada a Rabat tras insistir en la constante «implicación» del monarca y en su interés porque las relaciones fluyan.
«Mejor que una foto»
La reunión que se celebrará este jueves se produce diez meses después de que Mohamed VI invitara a Sánchez como gesto de reconciliación al 'iftar', la tradicional ruptura del ayuno en Ramadan, el pasado 7 de abril. Y a esa cena, en la que también participaron el hijo y los amigos del monarca, aluden fuentes de Exteriores para rebajar la importancia de que en esta ocasión el presidente no sea recibido. «Es mejor una relación personal sólida que una foto protocolaria al uso», esgrimen.
El presidente, que se reunirá con su homólogo marroquí, Aziz Ajanuch, viaja esta vez acompañado de dos de sus tres vicepresidentas y nueve de sus ministros (la de Justicia, Pilar Llop se cayó del cartel en el último momento por la negociación de la reforma de la ley del 'si es sí'), entre los que significativamente no se encuentra ningún representante de Unidas Podemos. Al igual que el resto de fuerzas parlamentarias, el socio de coalición del Gobierno nunca ha compartido la decisión del presidente de abandonar, el pasado marzo, la histórica neutralidad de España en el conflicto sobre el Sáhara Occidental para respaldar como «la base más seria, creíble y realista» la propuesta de autonomía marroquí, lo que fue el peaje para recomponer las imprescindibles relaciones con el difícil vecino tras la mayor crisis diplomática vivida entre ambos en décadas.
La RAN, en la que está previsto firmar una veintena de acuerdos y una declaración conjunta -que, según aventuran fuentes gubernamentales, «tendrá un calado sin precedentes»-, debería servir para evidenciar si, como sostiene el Ejecutivo, el contestado viraje de Sánchez ha ayudado a inaugurar una nueva etapa en la que ya nunca más se estará al albur de desencuentros periódicos que «no nos podemos permitir». El último de ellos fue generado a raíz de la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, para ser tratado de covid en un hospital de Logroño, a la que Marruecos contestó luego permitiendo que 6.000 inmigrantes entraran en Ceuta de manera ilegal el 17 de mayo de 2021.
Al margen del 'feo' ahora de Mohamed VI, en el Gobierno sostienen que durante las ocho reuniones mantenidas entre el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, con su homólogo marroquí, Naser Burita, desde el pasado abril se han ido asentando unas «bases sólidas» sobre las que pivotará esa nueva y más «sólida» relación. Asimismo, apuntalan su optimismo en el hecho de que se haya creado por primera vez un «mecanismo de seguimiento del cumplimiento de los acuerdos suscritos» que encabezan ambos ministros. «Cada vez que hay un irritante, descolgamos el teléfono y hablamos; estamos abordando los asuntos con mucha sinceridad y comunicación», sostienen para explicar el actual 'modus operandi'.
Transporte de mercancías
A pesar de vivir un momento dulce, que el Gobierno español ha tratado de preservar con decisiones como la de ordenar a los parlamentarios socialistas votar en contra de la resolución del Parlamento Europeo que condenó hace diez días los ataques de Marruecos a la libertad de prensa, las negociaciones para hacer realidad toda la hoja de ruta acordada en abril van a un ritmo más lento de lo esperado.
Albares mostró hace unas semanas su confianza en que la aduana comercial con Melilla, cerrada hace cinco años en lo que se entendió como un movimiento para asfixiar económicamente a la ciudad, y la apertura por primera vez de la de Ceuta se produciría antes de la RAN. Sin embargo, finalmente lo que hubo el pasado viernes fue solo una prueba piloto, aunque el Gobierno insiste en que en la cumbre se establecerá ya el calendario de apertura definitiva y las condiciones de funcionamiento.
Este asunto tiene una importancia tangible y otra simbólica porque Marruecos sigue reclamando la soberanía sobre las dos ciudades autónomas y el establecimiento de aduanas implicaría de facto el reconocimiento de su españolidad. La apertura de aduanas comerciales afecta al transporte de mercancías. El pasado 17 de mayo ya se reabrió el paso entre Ceuta y Melilla y Marruecos para ciudadanos de la UE y del espacio Schengen y el 31 del mismo mes para trabajadores transfronterizos legalizados.
En todo caso, el propio Sánchez defendió hace una semana en el pleno del Congreso que su decisión sobre el contencioso del Sáhara Occidental ya ha tenido unos efectos positivos tanto para España como para el conjunto de la UE, que tradujo en cifras. «En 2022 el comercio ha crecido hasta los casi 10.000 millones de euros, un 33% más que el año pasado, y los flujos migratorios, a diferencia de lo que está ocurriendo en otras rutas hacia Europa, se han reducido en un 25%», dijo cuando aún reverbera la tragedia del pasado 24 de junio en la valla de Melilla, en la que murieron al menos 23 personas.
Problemas con Argelia
De lo que el Gobierno también intenta no hablar demasiado es de lo que han caído los intercambios comerciales con Argelia que, en represalia por el acercamiento a su gran enemigo en la región, no solo retiró a su embajador de Madrid sino que suspendió el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación. También ha puesto importantes trabas al comercio exterior con España fuera del sector de la energía.
Mientras, España ha consolidado su posición de primer socio de Marruecos y la balanza comercial le resulta aún más favorable que hace dos años. Si la diferencia entre importaciones y exportaciones era entonces de un 21,4% ahora llega a un 33,8%. Pero si a lo que ha logrado vender de más al reino alauí se le resta lo que ha traspasado de menos a Argelia, el saldo no alcanza los 500 millones. Eso sin querer entrar en los cálculos de lo que, como consecuencia de la guerra de Ucrania, ha aumentado la factura de los hidrocarburos argelinos (casi un 80%).
El foco del Gobierno está ahora puesto, no obstante, en los proyectos de infraestructuras marroquíes a los que -aseguran- podrán optar las empresas españolas. Con esa idea, Sánchez clausuró el miércoles el foro económico y comercial en el que participó el presidente de de la Cámara de Comercio, José Luis Bonet, pero no el de la CEOE, Antonio Garamendi, que excusó su presencia por cuestiones de salud. Su llamativa ausencia coincide con un momento de creciente tensión con el Ejecutivo y solo un día después de que Sánchez anunciara en el Senado una subida del SMI de un 8% rechazado por la patronal.
Unidas Podemos dice que «no se dan las condiciones» para estar en la cumbre
Para la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, «no se dan las condiciones» para que los miembros de Unidas Podemos en el Ejecutivo participen en la cumbre con Marruecos, tras el giro del PSOE y el presidente, Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental. Así lo declaró el miércoles a TVE al ser preguntada por el motivo de la ausencia de los ministros del socio minoritario a la Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos. La también líder de Podemos dijo que, en su caso, no tenía asuntos que tratar en la agenda de esta cumbre, aunque reconoció que para su espacio político no hay condiciones para que acudan a esta cita internacional.
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