Pedro Sánchez, durante su comparecencia. Efe

Sánchez esgrime ante sus socios que aprobar la reforma laboral es de «sentido común»

El presidente del Gobierno hace un balance optimista del año y presume de haber sacado ya adelante el 50 % de sus compromisos de investidura

Miércoles, 29 de diciembre 2021, 12:46

El Gobierno de Pedro Sánchez se había marcado tres objetivos fundamentales para el último trimestre del año: la aprobación de los Presupuestos, la reforma del sistema de pensiones y la del mercado laboral, las dos últimas comprometidas con Bruselas para poder recibir los fondos de ... recuperación. El jefe del Ejecutivo compareció este miércoles en la Moncloa para realizar su habitual balance de fin de año con la satisfacción de tener lo mollar de sus deberes hechos, Pero en el horizonte más próximo le acechan aún serias amenazas. Las más inmediatas: la negativa de sus socios parlamentarios a avalar el pacto alcanzado con sindicatos y patronal y la sexta ola de covid-19.

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Sánchez no se apea del convencimiento de que el estallido de contagios de coronavirus provocado por ómicron en plenas Navidades podrá ser controlado sin necesidad de que se adopten restricciones aplicables a todo el país, intensificando la estrategia de vacunación y extendiendo el uso de la mascarilla, aunque algunas comunidades autónomas tengan que ir más allá, como ya está ocurriendo. Y este miércoles justificó esa decisión en el menor impacto de la nueva variante del coronavirus sobre la ocupación hospitalaria y en la necesidad de guardar el equilibrio entre «salud pública, salud mental y crecimiento económico».

El otro gran nubarrón, el político, lo despachó con una mera apelación al «sentido común». El presidente del Gobierno alegó que los sindicatos y la patronal han dado una lección de «empatía» y «responsabilidad» que debe hacer «reflexionar» a las fuerzas políticas. «Es de sentido común –reiteró– que el poder legislativo valide un acuerdo que no se producía en nuestro país desde hace más de diez años».

LAS FRASES DE PEDRO SÁNCHEZ:

  • Restricciones ante el covid. «Tenemos que guardar el equilibrio entre la salud pública, la salud mental y el crecimiento económico»

  • Precio de la luz. «Las medidas tomadas compensan para siete de cada diez personas el alza. En promedio, cumplimos»

  • Renovación del CGPJ. «No diría que imposible, pero con esta oposición es altamente improbable, y lo lamento»

  • Elecciones. «Este Gobierno garantiza la estabilidad: Cuentas en tiempo y forma y cuatro años de legislatura»

Sánchez no se molestó así en replicar siquiera los reproches de socios como ERC o EH-Bildu hacia una reforma que, según estos, pero también la patronal o incluso la fundación de José María Aznar, FAES, deja en pie el grueso de la reforma llevada a cabo por el PP en 2012 y que es vilipendiada desde la izquierda «en asuntos nada menores» como el abaratamiento del despido o la supresión de los salarios de tramitación. Simplemente, alegó que la firma de los empresarios y los sindicatos debería bastarles. Pero no solo a ellos, también a los populares, que ya han anticipado su voto en contra al real decreto ley aprobado este martes.

Mejor que el PP

El jefe del Ejecutivo también tiró, en todo caso, por elevación y, para convencer a sus aliados habituales de que no le dejen tirado, recurrió al argumento de que siempre será mejor lo que les presente el actual Gobierno que uno de la derecha.

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«Siempre hay metas que alcanzar y cosas que seguro que se pueden hacer de mejor manera, pero comparemos –arguyó–: una contrarreforma impuesta por el PP y una reforma laboral acordada con los agentes sociales; una respuesta a la crisis del Prestige o una respuesta a la crisis del volcán (de La Palma); la respuesta crisis financiera o la respuesta a la crisis del covid; la entrada Irak o la salida de Afgansitán; la situación de Cataluña hace cuatro años y a día de hoy».

El presidente da largas a la mesa de diálogo con Cataluña

  • La emergencia sanitaria y la crisis económica provocadas por la pandemia del covid-19 han permitido que el Gobierno sortee hasta ahora con más facilidad de lo que habría cabido esperar en el inicio de la legislatura, cuando el PSOE negoció con Esquerra la constitución de una mesa de diálogo con la Generalitat a cambio de su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, las presiones de los independentistas catalanes. Y el jefe del Ejecutivo pretende que asi siga siendo. Sánchez replicó este miércoles a la advertencia del presidente Pere Aragonés de que espera que este año haya «resultados tangibles» de su negociación y si no empezará a buscar «alternativas» que también él los quiere. «Nosotros lo que entendemos es que que hay que superar el procés y acabar con la división de la sociedad catalana en dos bloques». Además, dio largas a la pretensión de ERC de convocar en enero una reunión y esgrimió que las prioridades ahora para ambos gobiernos deben ser la sexta ola de coronavirus y la gestión y de los fondos europeos

En su balance de 2021, que lo fue a un tiempo de los dos primeros años de legislatura, Sánchez también presumió de haber cumplido el 50,2% de sus compromisos de investidura y el 24% de los suscritos en el acuerdo de coalición, en el que PSOE y Unidas Podemos se comprometieron, entre otras cosas, a «derogar» la reforma laboral del PP y con ella, además de algunas cuestiones incluidas en el reciente pacto, otras que seguirán en vigor como «la capacidad de modificación unilateral de las condiciones del contrato por parte de la empresa» o «el mecanismo de inaplicación de los convenios colectivos».

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También insistió en dar por cumplida su promesa de que al acabar 2021 los españoles no pagarían más que en 2018 en sus facturas de la luz que pese a admitir que para un 30% no será así. «Estamos cumpliendo en promedio», dijo. Pero, sobre todo, Sánchez sacó pecho por la capacidad de su Gobierno de llegar a acuerdos pese a su precaria mayoría (155 escaños de 350).

Así, puso en valor la aprobación de dos Presupuestos consecutivos en tiempo y forma por primera vez desde 2014, la firma de trece acuerdos sociales, entre ellos la reforma del sistema de pensiones o las leyes de educación y formación profesional, y se vanaglorió de estar siendo capaz de ofrecer estabilidad en una coyuntura compleja y de estar en condiciones de agotar la legislatura.

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Lo que está por ver es cómo afecta a esa estabilidad el comienzo de un nuevo ciclo electoral. Por lo pronto, Sánchez dio por hecho que ya no será posible renovar el Consejo General del Poder Judicial con el PP. «No diría que es imposible pero con esta oposición, reconozcámoslo, es altamente improbable y miren que lo lamento porque creo que el deber constitucional está por encima de cualquier otro condicionante», censuró.

La anunciada «renovación» de la Corona queda en papel mojado

El 29 de diciembre, pero de 2020, en el primer balance como presidente del Gobierno de coalición con Unidas Podemos, Pedro Sánchez alentó la idea de que 2021 traería consigo cambios significativos en el encaje de la Corona en el sistema institucional español. «El Rey -dijo entonces- quiere una Monarquía constitucional adaptada a la España del siglo XXI. Renovación, rendición de cuentas, ahí está trabajando Felipe VI. Vamos paso a paso. Ya irán conociendo como se materializa la hoja de ruta de renovación de la Corona».

Ha pasado un año y la anunciada renovación no se ha producido. Este miércoles Sánchez echó balones fuera. «Cuando tengan noticia será porque así se produce, entre tanto, máximo reconocimiento a la labor que está haciendo el jefe del Estado», replicó.

El presidente del Gobierno evitó además aclarar cuál será la respuesta al juez británico que ha solicitado conocer cuál es la consideración que tiene en España Juan Carlos I para decidir si mantiene o no su inmunidad frente a las acusaciones de acoso y difamación de Corinna Larsen.

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