Ander Azpiroz
Martes, 22 de agosto 2023, 12:41
El PSOE daba desde hace días por descontado que Alberto Núñez Feijóo sería designado por Felipe VI como candidato a la investidura. Al líder del PP, se reconoce, le avala el hecho de haber encabezado la lista más votada en las pasadas generales del 23 ... de julio y contar con el apoyo de los 172 diputados que ayer presentó ante el Rey, frente a los 152 que, de momento, solo respaldan a Pedro Sánchez. Era un revés ya previsto entre los dirigentes de Ferraz y los socialistas tienen ya armada su estrategia de cara a los próximos dos meses en los que, salvo sorpresa mayúscula, su secretario general repetirá como jefe del Ejecutivo con el apoyo del independentismo o se producirá una repetición electoral.
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Sánchez aseguró ayer de antemano tras su entrevista con el jefe del Estado que no pondría pegas a que el presidente del PP se someta a una investidura, pero añadió a renglón seguido que «los intentos de Feijóo son legítimos a la vez que baldíos» y que él es el único candidato viable para la Moncloa.
La aritmética favorece al PSOE, insistió ayer una y otra vez el presidente del Gobierno en funciones tras su encuentro con Felipe VI. Sánchez recurrió en su comparecencia a los resultados del 23-J que dejaron al PP muy por debajo de lo que le auguraban las encuestas y al varapalo para los populares en la votación de la Mesa del Congreso en la que la socialista Francina Armengol fue elegida presidenta de la Cámara baja gracias a los votos de todas las fuerzas independentistas, incluidos los de Junts, la formación de Carles Puigdemont.
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El líder socialista zanjó que postularse a la Moncloa «no es un trámite de exhibición, sino que tiene la finalidad de lograr una mayoría suficiente». «El señor Feijóo –concluyó Sánchez– tiene un techo y nosotros partimos de un suelo». Un aviso en toda regla de que, si fracasa el candidato popular, él se volverá a ofrecer ante Felipe VI como alternativa y evitar así la repetición de unas elecciones generales que, a falta de fijarse el calendario, podrían llegar a celebrarse en plenas navidades.
Un alto cargo del PSOE llamó ayer mismo al PNV, una primera toma de contacto que reveló poco después de descolgar el teléfono el propio Aitor Esteban, portavoz de los nacionalistas vascos. Este es un primer paso de los negociadores socialistas y que está cargado de intenciones. Ni Esquerra ni Junts permitirían nunca una investidura del lado popular. Solo los cinco diputados del PNV están en disposición de abrir las puertas de la Moncloa a Feijóo.
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El problema insalvable para el líder del PP es que, como Esteban reiteró ayer por tercera vez, su partido no firmará acuerdo alguno en el que Vox figure por activa o por pasiva. Ni siquiera cuando el dirigente popular Esteban González Pons insistiese el pasado lunes a modo de oferta de que con Feijóo tanto el País Vasco como los nacionalistas vascos obtendrían beneficios. «Si yo fuera del PNV pediría a mi partido intentar sacar rédito de la posición en la que han puesto las urnas en lugar de renunciar a tener un papel decisivo», afirmó González Pons.
Durante su comparecencia tras el encuentro con Felipe VI, Sánchez ya destacó que la gran ventaja del PSOE frente al PP es poder hablar con todas las fuerzas políticas mientras «otros solo pueden hablar con Vox», con quien precisamente ayer Feijóo señaló haber retomado las relaciones después de que el propio PP y por decisión de su líder dejase a los de Santiago Abascal fuera de la Mesa del Congreso.
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