El remolcador Insuiña Rande saca a flote el narcosubmarino. Efe

Una flota de lanchas esperaba al narcosubmarino para recoger la droga en Galicia

El juzgado de Cangas de Morrazo decreta prisión comunicada y sin fianza a los dos tripulantes ecuatorianos detenidos y se busca al capitán gallego

Mateo Balín

Madrid

Martes, 26 de noviembre 2019, 12:39

La operación estaba pefectamente planificada, pero un fallo mecánico y tal vez humano dio al traste el pasado domingo de madrugada con el desalijo de más de 3.000 kilogramos de cocaína en la ría de Aldán, en Cangas del Morrazo (Pontevedra). La novedad es ... que el método usado por los narcotraficantes para el transporte de la droga, un buque semisumergible que navega a ras de la superficie para evitar ser detectado, ha puesto el foco en la sofisticación de las grandes redes criminales que operan en Galicia; algunas de las más potentes de Europa por su conexión con los cárteles colombianos.

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Pese al fuerte viento y la mala mar, la Guardia Civil pudo reflotar este martes y remolcar con la ayuda de un barco comercial el 'narcosubmarino' hundido de forma intencionada por sus tres tripulantes, poco antes de que abandonaran la embarcación con trajes de neopreno y maletas y nadaran unos 80 metros hasta la orilla más cercana.

Dos de ellos, de nacionalidad ecuatoriana, fueron detenidos por los agentes del instituto armado que les estaban esperando y el tercero, el capitán español oriundo de Galicia, pudo escabullirse y perderse por un monte cercano. Se cree que ha contado con apoyo material y humano y sigue en búsqueda y captura. Su detención es ahora una prioridad.

Esta cobertura al capitán huido también estaba preparada para el desembarco de las tres toneladas de cocaína procedentes de Sudamérica. Una flota de lanchas motoras aguardaba en una cercana ría para recoger el cargamento. Querían aprovechar la noche cerrada y la mar revuelta para pasar inadvertidos. Pero en el último momento abortaron la batida tras perder comunicación con los tripulantes del 'narcosubmarino'. El temor a que la Guardia Civil siguiera su pista siempre está muy presente en este tipo de trabajos de desalijo. En los que la pericia es un factor determinante.

Problemas

La nave de unos veinte metros de eslora fue trasladada este martes por la tarde hasta Cangas para su posterior inspección en tierra, pero cuando le soltaron los arneses al llegar a puerto se hundió hasta una profundidad de aproximadamente diez metros, complicando aún más la tarea de los investigadores.

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La rotura de los arneses que sujetaban los flotadores se produjo cuando se procedía a colocar el sumergible sobre la rampa de acceso al muelle, aprovechando la pleamar. Al cierre de esta edición dos grandes grúas del puerto de Aldán trataban de reflotar de nuevo la embarcación. Mientras, un completo dispositivo formado por varias decenas de agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, además de funcionarios de Vigilancia Aduanera, esperaban a la inspección del interior del artefacto y el pesaje de la mercancía que portaba, que oscila entre los 3.000 y los 3.500 kilos. Dicho alijo implica un valor de mercado que supera los 100 millones de euros.

En los cercanos juzgados de Cangas del Morrazo, los dos tripulantes ecuatorianos detenidos pasaron a disposición judicial sobre las cinco de la tarde. Llegaron en un vehículo de la Guardia Civil. Pasadas las 20 horas la magistrada Sonia Platas decretó, a instancias de la Fiscalía Antidroga, el ingreso en prisión comunicada y sin fianza por riesgo de fuga. Se les acusa de un delito de tráfico de drogas y se destaca la «notoria cantidad incautada», según fuentes jurídicas.

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