![Reparar la imagen de un país](https://s3.ppllstatics.com/larioja/www/multimedia/202010/12/media/cortadas/turistas-ksZB-U120430662935rWH-1248x770@RC.jpg)
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El pasado 29 de abril España se preparaba para afrontar, con muchas dudas, el inicio de la desescalada. Ese mismo día, Felipe VI y la reina Letizia reunieron en sucesivas videoconferencias a deportistas, científicos o personalidades del mundo del arte como Rafael Nadal, Pau Gasol, Isabel Coixet o Valentín Fuster. El objetivo era lanzar una campaña internacional, 'Spain for sure', para recuperar la imagen de país seguro para el turismo y frenar las aspiraciones de otras naciones como Croacia o Grecia, cuya situación epidemiológica era más ventajosa y ya empezaban a congregar las miradas de los viajeros de media Europa.
Pero el sueño de un verano de normalidad, ya fuera la nueva o la antigua, se truncó por el número de rebrotes que asoló todo el territorio desde principios de julio (con casi 1.000 casos diarios de covid-19 a finales de mes). Los confinamientos en Lugo y en Lleida y el regreso a la fase 2 de algunas zonas de Aragón coparon las portadas de la prensa internacional, lo que derivó en una cascada de restricciones a los viajeros que provinieran de España. Inmediatamente, Reino Unido, Irlanda, Bélgica y otra media docena de países impusieron cuarentenas o, directamente, prohibieron viajar a las áreas más afectadas por la pandemia.
El resultado no se hizo esperar, en agosto el tráfico aéreo en los aeropuertos españoles cayó un 60% respecto a 2019. En Reino Unido, el país que aporta mayor número de visitantes a España, las búsquedas en Google para la contratación de viajes a nuestro país pasó de un índice de popularidad de 80 a 20 (en una escala de 0 a 100), según datos del Banco de España. El gasto turístico en julio, también se desplomó un 85% durante el mes de julio.
Estos indicadores son solo un ejemplo de los motivos que han llevado al Ministerio de Asuntos Exteriores a echar mano de un grupo de expertos de distintos ámbitos para potenciar la imagen del país tras la pandemia. El objetivo que persigue esta estrategia es «tratar de convertir la diversidad de España en un activo internacional», según especifican desde el Departamento que dirige Arancha González Laya. La ministra ya avanzó la semana pasada que el proyecto contará con una docena de sociólogos, politólogos o científicos, entre otras disciplinas, para transmitir la imagen de un país «abierto y moderno» que apuesta por el multilateralismo justo en un momento en que estos valores están en cuestión en Europa.
Mientras tanto, Exteriores sigue trabajando en la apertura de los llamados corredores seguros a destinos como Canarias o Baleares. En el Ministerio se afanan en mantener reuniones periódicas con los países vecinos y esperan que esta situación negativa sea temporal, que cuando la pandemia pase España recupere sus puntos fuertes.
De esa opinión es Manuel Muníz, el secretario de Estado de España Global(que en 2018 sustituyó a la antigua Marca España). «En ello influye que la pandemia está sucediendo en todo el mundo y la práctica totalidad de países se han visto afectados. Ademas, las fortalezas que tiene nuestro país son importantes y la gente sabe que, una vez que pase la crisis, éstas permanecerán. Eso no nos debe llevar a la autocomplacencia. Debemos seguir trabajando por mejorar la reputación de España. Y lo hacemos todos los días», explica a este periódico.
Según el secretario de Estado, los datos que maneja el Ministerio no difieren del último estudio anual del Real Instituto Elcano. En el documento, presentado en septiembre, aunque basado en un trabajo de campo realizado entre marzo y abril de 2020, España mantiene un índice de reputación de 76 puntos sobre 100 y ocupa el puesto número trece de los 55 estados más importantes del mundo. «Es una imagen exterior fuerte –sostiene Muñiz–, que incluso apenas se ha movido respecto al año anterior».
Según el estudio, nuestro país se situaría por delante de otras naciones europeas como Italia (puesto 16), Reino Unido (18), Alemania (19) o Francia (20). Encabezan el ranking de prestigio mundial Suiza, Noruega, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Australia y Canadá.
Pero desde el Observatorio Imagen de España matizan que este índice de reputación se basa en elementos coyunturales, que se mantienen fijos a lo largo del tiempo. Estos están relacionados con la forma de vida, el entorno natural, el ocio, la seguridad o la simpatía de los habitantes, mientras que la imagen de España muestra más debilidades en elementos relacionados con la economía, la tecnología o las empresas. «España se percibe como un país bueno para vivir, pasar las vacaciones, pero no para trabajar o para hacer negocios», señala en ese sentido el presidente del Real Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa.
Esta acción de Exteriores por intentar influir en la reputación global de España no es inédita en absoluto. Desde que el primer Gobierno de Pedro Sánchez creó el proyecto España Global, liderado entonces por la hoy presidenta del Consejo Superior de Deportes, Irene Lozano, se ha intentando minimizar todo tipo de mensajes negativos sobre el país que calan internacionalmente. Por ejemplo, en combatir las ideas que diseminaba el independentismo catalán principalmente en algunos estados del entorno europeo.
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