Hace 13 años un pequeño sumergible casero de 11 metros de eslora, similar a un submarino, fue hallado por una patrullera de la Guardia Civil en Punta Borneira, en la boca norte de la ría viguesa. La embarcación fue remolcada hasta las instalaciones ... de la Armada en Vigo e inspeccionada por agentes de los servicios antidroga. No se encontró ni rastro de estupefacientes en su interior, pero seis detenidos fueron condenados a dos años de prisión por un delito contra la salud pública.
Publicidad
La metodología se atribuyó entonces a las organizaciones más potentes del momento en las Rías Baixas y en España, quienes importaron de América el traslado marítimo sumergido de grandes cantidades de droga, como se había descubierto con anterioridad en Estados Unidos, México, Honduras o Colombia. Unas operaciones dirigidas por los potentes cárteles de Sinaloa o Medellín.
Cifras. La embarcación tiene 20 metros de eslora, está valorada en 2,5 millones y la droga que lleva, en cien
Operativo de búsqueda. La Guardia Civil busca al tripulante español que huyó por el monte tras llegar a una playa a nado
Esas mismas redes nacionales que nunca cayeron podrían ser, a la espera del avance de la investigación que acaba de comenzar, las que esperaban la mercancía interceptada este domingo de madrugada frente a la playas de Foso y Punta Couso, en Hío, parroquia de Cangas del Morrazo (Pontevedra). En total, más de 3.000 kilogrados de cocaína cargadas en un 'narcosubmarino', con un coste en el mercado de unos 100 millones de euros.
Se sospecha, a la espera de la declaración de dos de los detenidos de nacionalidad ecuatoriana, que la embarcación de unos 20 metros de eslora y 2,5 millones habría cruzado el Atlántico en el primer viaje transoceánico con droga interceptado en Europa. Una distancia de 7.690 kilómetros en línea recta que sus tres tripulantes -se busca a un nacional español que eludió el domingo de madrugada el control policial en tierra- habrían realizado en unos 20 días.
Noticia Relacionada
La Guardia Civil tenía información y esperaba en la costa a sus tripulantes. Éstos abadonaron el artefacto a nado con trajes de neopreno y maletas después de sufrir un problema con el motor y quedarse sin combustible. La mala mar tampoco les ayudó. Los dos ciudadanos ecuatorianos fueron detenidos, pero su compinche español llegó a la playa y se perdió por un monte anexo. Un operativo especial está en marcha desde entonces para dar con su paradero. Se cree que podría conocer perfectamente la zona del desembarco y disponer de ayuda de terceros.
Publicidad
Las autoridades portuguesas y la DEA estadounidense conocían el periplo del 'narcosubmarino', que habría salida de la costa de algunos de estos países emisores de droga a Galicía en los últimos tiempos, dada la presión policial y militar en estados tradicionales como Colombia o Brasil. Se trata de Guyana, Suriman o La Guayana Francesa, fronterizos con Venezuela y Brasil, respectivamente. Desde allí habría llegado a Cabo Verde y subieron hasta Portugal. Ya a la altura de Lisboa se situaron a 40 millas de la costa para navegar en paralelo hasta Galicia.
La Policía Judiciaria lusa lo sabía y fue a por ellos, pero sin éxito. El Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (Maoc-N), con sede en Lisboa, coordinaba las pesquisas. De forma paralela, en Pontevedra, la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional recibió el viernes pasado una aviso: la embarcación estaba en aguas gallegas. Era el dato que necesitaban para completar la investigación abiertas con anterioridad por el grupo especial contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil. También existía información captada por medios aéreos de la agencia antidroga americana (DEA).
Publicidad
Pasadas las tres de la madrugada del domingo, los prismáticos infrarrojos ubicaron la proa del semisumergible asomando a 80 metros de la costa. Los tres tripulantes, dentro, abrieron la espita para hundirlo en un fondo de seis metros y abandonaron a nado la estructura. Se espera que la declaración este lunes de los detenidos en el Juzgado de Cangas arroje luz a las pesquisas policiales.
A primera hora de la tarde de este lunes uno de los buzos de los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil logró acceder a la embarcación, de donde extrajo un fardo y se pudo comprobar la existencia de droga en su interior. Poco después, se reflotó el submarino y el remolcador Insuiña Rande trata de llevarlo a puerto, aunque el mal tiempo dificulta la operación.
Publicidad
Los llamados narcosubmarinos empleados desde hace tiempo en Sudamérica por los cárteles y que ahora han llegado a España son unos semisumergibles rudimentarios, muchas veces artesanales, que navegan a ras de agua y están fabricados de fibra de vidrio, con un alto riesgo de hundimiento para los que los tripulan. El capitán de navío Alejandro Cuerda, de la sección de submarinos del Estado Mayor de la Armada, resume así a Efe estos «artefactos» fabricados en Sudamérica y que sirven para transportar grandes cantidades de droga sin ser detectados, aunque con muchos riesgos.
Lo primero que deja claro es que estos aparatos no pueden ganarse el calificativo de submarinos, sino más bien sumergibles y, en muchos casos, semisumergibles, como el de 20 metros de eslora hundido frente a la ría de Aldán, en Pontevedra, proveniente de Colombia. «Son bastante rudimentarios dentro de la complejidad que tiene navegar en inmersión. Muchas veces son artesanales, no tienen un doble casco para aguantar la presión y simplemente lo que hacen es navegar a ras de agua, como si fuera la parte sumergible de un barco», explica Cuerda.
Aunque reconoce que «tiene su complejidad» construirlos, indica que no están preparados para la navegación submarina en sí, pero al ir al nivel del agua tienen más dificultades para ser detectados que una embarcación al uso. «La discreción en la principal cualidad del submarino, les permite operar sin ser vistos» y su principal enemigo, dice Cuerda, es el avión. «Desde el aire se ve perfectamente la silueta sumergida de un submarino, como podríamos ver la silueta de una ballena».
En el caso de estos sumergibles de la droga, indica que en Colombia sus fuerzas armadas han apresado más de 80 y que ahora los carteles tienen a «innovar» pasando de «lanchas rápidas contrabandistas, fácilmente detectables en la mar», a estos aparatos.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.